Acción Contra el Hambre alerta de una epidemia en la región Diffa, donde se han instalado un buen número familias que huyen del grupo terrorista Boko Haram
05 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.La organización no gubernamental Acción Contra el Hambre (ACH) ha alertado este lunes de que una epidemia de hepatitis E amenaza en la región de Diffa (Níger) a unas 250.000 personas desplazadas de sus hogares por la violencia del grupo terrorista Boko Haram.
En un comunicado, la oenegé ha dicho que las previsiones en la región apuntan a una buena cosecha pero la inseguridad provocada por Boko Haram, que en julio secuestró a 39 mujeres y niños, y una epidemia de hepatitis E que afecta ya a «más de 1.600 personas» podrían perjudicar estas previsiones positivas.
ACH ha contado que las autoridades nigerinas se afanan por instalar en sitios adecuados a los 250.000 desplazados por la violencia de Boko Haram -muchos de los cuales están viviendo todavía «en las lindes de la carretera principal en condiciones precarias»- pero «necesitan el apoyo de la comunidad internacional para la provisión de agua segura y la instalación de letrinas a infraestructuras básicas de saneamiento».
«La hepatitis E, especialmente grave en mujeres embarazadas, es un virus que se transmite mediante el agua y las heces, por lo que garantizar un entorno seguro de agua y saneamiento es crucial para atajar este tipo de epidemias», ha explicado Celia González, técnica de agua y saneamiento en Acción contra el Hambre.
El equipo de Acción contra el Hambre, presente en la región desde el inicio de la crisis en el lago Chad ha realizado distribuciones urgentes de jabón, kits de higiene y bidones, instalado letrinas y sensibilizado a la población para identificar y prevenir la propagación de la hepatitis E, pero alerta sobre la escasez de fondos para consolidar la intervención.
La coordinadora de emergencia de ACH en Níger, Pauline Jacquart, ha subrayado la importancia de suministrar agua a los desplazados que viven en Diffa. «La ampliación y construcción de nuevos campamentos para la población desplazada, a los que hay que dar acceso a una fuente de suministro, hacen que nos preocupemos especialmente por el agua», ha señalado desde Niamey.
«Además, las tensiones entre la población local y la desplazada por el acceso al agua comienzan a ser cada vez más evidentes», ha añadido. Tras señalar que en la región hay actualmente unos 248.000 desplazados, de los cuales más de 105.000 son refugiados procedentes de Nigeria, ACH ha destacado que la respuesta humanitaria ha logrado paliar la estación del hambre en el 2017.
«En el lado positivo cabe destacar el enorme esfuerzo realizado por la comunidad humanitaria durante la estación del hambre, el periodo entre cosechas más duro del año: la ayuda ha llegado a más de 405 000 personas, principalmente en forma de distribuciones alimentarias y de dinero para comprar alimentos, lo que ha conseguido salvar miles de vidas», ha explicado el director de país de Acción contra el Hambre, Lucas Honnauer.
Sin embargo, Jacquart ha dejado claro que la situación en la zona sigue sin ser estable y que el flujo de desplazados no cesa. «La situación está lejos de ser estable. La población continúa viéndose forzada a abandonar sus pueblos ante los ataques y saqueos de Boko Haram, o se adentra en zonas de máximo riesgo para pescar o conseguir alimentos, con lo que la violencia en la zona podría contrarrestar los esfuerzos de la población en la siembra que acaba de empezar», ha concluido.