La Agencia Espacial Europea está probando en la isla canaria varias herramientas enfocadas a un hipotético uso futuro en viajes al 'planeta rojo'.
22 nov 2017 . Actualizado a las 18:59 h.«Lanzarote es Marte en la Tierra». Jesús Martínez-Frías, el geólogo español que ha asesorado tanto a la NASA como a la ESA en sus últimas misiones con vehículos robóticos al 'planeta rojo', lo tiene claro: no hay un lugar más parecido. Quizá por eso, la Agencia Espacial Europea ha escogido por segundo año consecutivo esta isla del archipiélago canario para desplazar una misión científica de 50 personas que probará la utilidad de nuevas herramientas que puedan utilizarse en las futuras misiones humanas a la superficie de uno de nuestros vecinos más próximos en el Sistema Solar.
Pangaea-X, que es como se ha bautizado a este ejercicio, va más allá de un tanteo por ordenador: «Las pruebas en un entorno real con tantas analogías geológicas de la Luna y Marte nos permitirán aprender mucho más que con cualquier posible simulación artificial», señaló a Europa Press el geólogo Francesco Sauro, director científico del programa y elegido en 2016 por la revista «Time» como uno de los «líderes de la próxima generación». Para hacerse a una idea de la comparativa: al igual que en Marte, algunas de las cuevas de Lanzarote son lo bastante grandes como para dar cabida a autopistas.
Ahí, en ubicaciones que se presumen más hostiles, es donde entrará en juego el factor tecnológico, a evaluación estos días. Par ejemplo, además de trabajar con escáneres avanzados, un dron y un robot operado a distancia, se tomarán muestras de microorganismos y se analizará su ADN in situ. Por otro lado, también se está probando un conjunto de láseres que permite crear espectaculares vistas 3D de las cavernas de lava, mientras que los astronautas europeos portan un teléfono inteligente en la muñeca que muestra instrucciones y los resultados de ADN al instante.
Eso sí, no todo se ha llevado al límite de la sofisticación. Los expertos en paseos espaciales llevan réplicas de la NASA de las herramientas de muestreo utilizadas durante las misiones Apolo en la Luna para evaluar si son aptas para futuras misiones. Lo explica Hervé Stevenin, instructor de paseos espaciales de la ESA: «Es esencial optimizar las herramientas y los equipos para la exploración. La seguridad y la eficiencia serán clave para el éxito de los futuros paseos por la Luna».
Pangaea-X se prolongará hasta el 24 de noviembre. Las organizaciones participantes se beneficiarán de los conocimientos de la ESA en operaciones y formación de astronautas, además del saber hacer de científicos, técnicos e instructores en geología de campo planetaria.