El «chemsex» llega a Galicia

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

Pilar Canicoba

Los profesionales sanitarios advierten de una práctica de riesgo entre homosexuales que combina drogas y sexo en fiestas privadas y favorece la infección por VIH

01 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El control del VIH y la efectividad de los tratamientos han provocado un aumento de las prácticas sexuales de riesgo, sobre todo en el colectivo de hombres que practican sexo con hombres. Los profesionales sanitarios ya llevan tiempo alertando de esta tendencia que no solo afecta al VIH sino a otras enfermedades de transmisión sexual, pero desde hace un tiempo tienen un nuevo motivo de preocupación, el llamado chemsex. En Barcelona y Madrid es ya un problema de salud pública, y en Galicia, aunque no puede cuantificarse su magnitud, ya ha llegado. Son quedadas en pisos o locales en los que se usan de forma intencionada drogas psicoactivas para tener relaciones durante largos períodos de tiempo y con múltiples parejas. Y, lo que es más grave, con nulas medidas de protección. En el Clínic de Barcelona, por ejemplo, aseguran que el 40 % de los usuarios de la consulta de VIH lo practican.

Se llama chemsex -del inglés chemical sex-, porque se utilizan drogas como mefedrona y metanfetamina, mientras que cuando se usan drogas inyectables se denomina slamsex. Se trata de un fenómeno que se concentra en grandes ciudades que son focos turísticos, como Madrid, Barcelona o Londres, pero Galicia no se escapa a estas prácticas. «Se hace en casas particulares porque aquí no hay locales de cruising y además es difícil encontrar estas quedadas en redes sociales o aplicaciones para el colectivo gay como Wapo, pero muchas veces se usan los grupos de wasap», explican fuentes del entorno.

Desde el Sergas aseguran no tener constancia de estas modas de riesgo, pero los profesionales sanitarios sí las conocen. De hecho, el Chuac está haciendo una encuesta para saber si estas prácticas con drogas tienen impacto en nuestro entorno. José Domingo Pedreira Andrade, actualmente médico emérito y que fue el jefe del servicio de medicina interna y de la unidad de sida del Chuac, está llevando a cabo este estudio en el que ya se hicieron más de cien entrevistas. «Entiendo que probablemente parte de los homosexuales de nuestro entorno tienen estas prácticas porque tenemos unos niveles de contagio alto, cada año vemos 30 o 40 nuevos casos en personas homosexuales», explica este experto.

La encuesta pretende demostrar y confirmar la existencia de esta práctica de riesgo, así como cuantificarla, porque sus consecuencias negativas son evidentes. Al hacer uso de drogas, los participantes pierden la noción de la realidad, no usan medidas de protección y en ocasiones ni siquiera recuerdan con cuántas parejas han estado. Y hay un agravante, explica Pedreira, y es que muchas veces se olvidan de tomar la medicación si tienen el VIH, cuando esta previene el contagio. Las posibilidades de transmisión cuando la persona está tomando su tratamiento son mínimas, del 1 o el 2 %.

Los profesionales sanitarios no son los únicos preocupados por el aumento de las prácticas de riesgo, también los comités AntiSida de Galicia. El de A Coruña llevará a cabo jornadas de información en los colectivos LGTBQI para hablar del chemsex o sexiones. Además, han puesto en marcha un sex point, el tercero en España, un punto de encuentro para todos los gallegos sin ningún tipo de restricción sexual o de orientación, para informar sobre la salud sexo-afectiva.

Los médicos apuestan por un cribado al menos una vez en la vida

El Sergas anunció hace unos días que los centros de atención primaria ofrecerán a cualquier paciente que pida un análisis de sangre que se haga la prueba del VIH. Será a las personas de entre 20 y 59 años, y si no existen prácticas de riesgo, esta prueba se hará una sola vez en la vida. Y es precisamente una medida que defienden los especialistas en esta materia, porque el diagnóstico precoz es clave. Primero, porque evita contagios y segundo que se desarrolle la enfermedad. Además, el diagnóstico tardío es muy gravoso para el sistema sanitario por estas mismas razones, es decir, se corre el riesgo de un mayor contagio y de la aparición de enfermedades.

Desde luego es una tarea pendiente. El 49 % de los nuevos diagnósticos, recoge el último informe del Sergas, ya estaban en fase tardía. Países como Estados Unidos, explica José Domingo Pedreira, en donde hay un mayor riesgo de este virus, esta prueba es casi obligatoria. La iniciativa del Sergas de ofertar el test a todas las personas de entre 20 y 59 años es de hecho un cribado selectivo.

Sanidade se mete en la aplicación de contactos gay Wapo para prevenir

El 77 % de los casos de transmisión del VIH se producen por vía sexual, la mayoría entre hombres que tienen sexo con hombres. De ahí la importancia de no bajar la guardia nunca e insistir en la prevención. Y qué mejor sitio para hacer esta prevención que las propias apps de contactos para gais. Sanidade comenzó en el 2014 a hacer campañas en dos de estas apps, y en el 2016 se creó un perfil propio en Wapo, una de las más conocidas. En él pueden consultarse dudas y enviar mensajes preventivos a los usuarios localizados físicamente en Galicia, por ejemplo para informar del repunte de hepatitis A, que obligó al Sergas a una campaña de inmunización. En los doce primeros meses, tras la creación del perfil, se respondieron más de un centenar de preguntas de los usuarios.