21D, una fecha clave (aunque no en el sentido que cabría esperar)

Y es que en este caso el 21D refiere una clave criptográfica. La criptografía es la disciplina que se dedica al estudio del cifrado y descifrado de mensajes secretos o que se desean ocultar para mantener en secreto. Así pues, cifrar significa ocultar un mensaje reemplazando las letras del texto original por otras (o símbolos de otra naturaleza) distintas siguiendo una clave acordada previamente por emisor y receptor.

En síntesis, una cifra es el nombre que se da a cualquier forma de sustitución criptográfica en la que cada letra del alfabeto es reemplazada por otra letra o símbolo.  Y la clave, el sistema de cifrado acordado.

El primer uso documentado de una cifra en una campaña (militar) aparece en el tratado La guerra de las Galias de Julio César. En el mismo, el autor describe cómo envió un mensaje a Cicerón reemplazando las letras romanas por sus equivalentes griegas. De hecho, si atendemos a lo que relatan sus historiadores, César recurrió con frecuencia a la escritura secreta. Y el tipo de sustitución que más le convencía, o al menos el más conocido de los que empleaba, era la denominada «cifra del César», en la que sustituía cada letra del mensaje original por la letra situada tres posiciones más adelante en el alfabeto. Tal que así:

• Alfabeto original: a  b c  d e f….
• Alfabeto cifrado: D E F G H I…

Con lo que, por ejemplo, CESAR se convertía entonces en FHVDU.

Por analogía, cualquier cifra  basada en el desplazamiento de letras del alfabeto con respecto a su posición original se conoce como cifra del César. Por ejemplo, si acordamos que el desplazamiento es de 10 posiciones, entonces la A se cifra como K, la B como L y así sucesivamente.

Una vez puestos en antecedentes y en situación no debería hacer falta una jornada de reflexión, todo lo más unos minutos, para descifrar el siguiente mensaje:

KUNY   FJ  LOY   KUNY   ZYFCWYN   ZCYNÑUN

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