Un 66,4 de los participantes en el referendo votaron a favor del cambio normativo
27 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Irlanda vive una verdadera revolución. Ayer, tras conocerse el resultado definitivo del referendo para derogar la octava enmienda de la Constitución que consagra el derecho a la vida del no nacido (un 66,4 % de los votantes aprobaron el cambio normativo frente a los 33,6 % que dijeron no), se confirmó que dejará de ser uno de los estados del mundo con leyes más restrictivas sobre esa práctica debido a la histórica influencia de la iglesia católica en el país. La propuesta del Gobierno irlandés pretende aprobar una ley de plazos con interrupción libre hasta la semana doce de gestación.
Donegal fue el único distrito electoral en respaldar el no al cambio. De ahí que la victoria de los reformistas fuera aplastante.
La participación fue del 64,51 %, tres puntos más que en la consulta para aprobar el matrimonio entre personas del mismo sexo en el 2015 y un récord para un referendo irlandés. Leo Varadkar, primer ministro de Irlanda, elogió la «revolución silenciosa» de su país, cuando los primeros resultados apuntaban a un voto «rotundo» para revocar la prohibición del aborto. «La gente ha hablado. Han dicho que necesitamos una constitución moderna para un país moderno», defendió Varadkar, que ayer superó con éxito una prueba de fuego.
Una de las principales campañas contra el aborto, Save The 8th, reconoció que habían perdido la votación y describió el resultado como una «tragedia de proporciones históricas».
A partir de ahora, el parlamento irlandés legislará un cambio que verá la introducción de un régimen mucho más liberal, con una nueva ley de aborto que esperan promulgar a final de este año. En esa línea, el ministro de Sanidad irlandés, Simon Harris, explicó que solicitará al gabinete mañana mismo la aprobación para convertir el proyecto de ley en un texto legislativo formal.
Por su parte, Micheál Martin, el líder del principal partido opositor irlandés, el Fianna Fáil, describió el resultado de la votación como el «amanecer de una nueva era». Martin agregó que la gente había tomado la decisión correcta y que significaría una mejor atención para las mujeres en los hospitales irlandeses.
¿Qué hará Irlanda del Norte?
Desde la organización Amnistía Internacional elogiaron el resultado como una «victoria trascendental para los derechos de las mujeres», que marca el comienzo de una nueva Irlanda. La votación también tendrá repercusiones para las mujeres al norte de la frontera, ya que Irlanda del Norte tiene las leyes de aborto más estrictas del Reino Unido.
El gerente de campañas de Amnistía Internacional para Irlanda del Norte, Grainne Teggart, pidió una reforma del aborto en toda la isla. «Es hipócrita, degradante e insultante para las mujeres de Irlanda del Norte que nos veamos obligadas a viajar para servicios de atención de salud vitales, pero no podemos acceder a ellas en nuestro hogar», dijo.
El padre de Savita Halappanavar, la dentista de 31 años que murió de sepsis en el 2012 después de haberle sido negado el derecho al aborto, reconocía ayer su alegría por el resultado del referendo, tras ocho semanas de dura campaña. «Vemos que hay justicia para Savita y que lo que le sucedió a ella no le pasará a ninguna otra familia ahora», comentaba a la prensa, añadiendo que no tenía palabras para expresar su gratitud al pueblo de Irlanda.
Polonia es ahora el país de la UE más restrictivo, frente a la liberal Holanda
Las normas que rigen el aborto en los distintos países europeos son divergentes. Por ejemplo, en España el aborto está permitido hasta la semana 14 de embarazo, pero puede ser legal hasta la 22 por motivos médicos. Cuando la mujer es menor ha de obtener el consentimiento de los padres. Mucho más restrictiva es la norma en Polonia, país católico en el que únicamente se puede practicar en tres supuestos: cuando corre peligro la vida de la madre, en caso de violación o cuando el feto sufre graves malformaciones. Justo en el lado contrario está la normativa holandesa. Ahí está permitido abortar en las primeras 24 semanas de gestación. Tras hablar con el médico la mujer tiene 5 días para pensar.