Polémica en Australia: el Estado pide a los curas que rompan el secreto de confesión para denunciar abusos sexuales
SOCIEDAD
Los obispos aseguran que que violar el secreto de confesión «va contra la fe y la libertad religiosa»
31 ago 2018 . Actualizado a las 19:20 h.La Iglesia Católica de Australia ha rechazado este viernes formalmente las leyes que obligan a los curas a denunciar casos de abuso sexual a menores si la información al respecto ha sido obtenida a través del confesionario.
Esta recomendación a la Iglesia, partió de los resultados de una investigación de cinco años designada por el gobierno sobre abuso sexual infantil en iglesias y otras instituciones. La investigación determinó que el 7 % de los sacerdotes católicos que se encontraban en Australia entre 1950 y 2010 habían sido acusados de crímenes sexuales contra niños y que casi 1.100 personas habían presentado demandas de agresión sexual infantil contra la Iglesia Anglicana durante 35 años.
Aunque la Conferencia de Obispos Católicos de Australia (ACBC) aceptó la mayoría de las recomendaciones de la investigación, aseguró que su postura sobre la confesión puede establecer un conflicto futuro con los gobiernos.
La ACBC dijo que romper el sello de la confesión era «contrario a nuestra fe y contrario a la libertad religiosa». «Estamos comprometidos con la protección de los niños y las personas vulnerables mientras mantenemos el sello», dijo en un comunicado.
Los líderes de la Iglesia agregaron que explorarían otras propuestas, incluso pedirle al Vaticano que relaje las reglas sobre el celibato.
Tras escuchar más de 8.000 testimonios sobre abusos en iglesias, escuelas y clubes deportivos, la investigación presentó un informe final con más de 400 recomendaciones para el gobierno y otros sectores institucionales. Como respuesta, el gobierno calificó el abuso como una «tragedia nacional», comenzó un plan de compensación para los sobrevivientes y dijo que ofrecería una disculpa nacional el próximo 22 de octubre. Sin embargo, la investigación dice que el clero debe denunciar el abuso.
Respuesta de la Iglesia
La Iglesia Católica ya había optado por el esquema de compensación, que otorgará a los supervivientes pagos de hasta 110,000 dólares cada uno.
Sin embargo, los líderes de la Iglesia han descartado hacer cambios a la confesión. Además, afirmaron que las nuevas reglas harían que los perpetradores o las víctimas fueran menos propensos a revelar los abusos durante la confesión.
Pero se comprometieron a poner fin al encubrimiento del abuso, haciéndose eco de las declaraciones recientes del Papa, y se comprometieron con varias acciones, que incluyen: pedir a la Santa Sede que considere la posibilidad de alterar el derecho canónico para describir el abuso sexual como «crímenes» en lugar de «fallas morales». También plantean hacer una solicitud similar sobre la introducción del celibato voluntario y pedir mayor responsabilidad para asegurar que los errores del pasado no se repitan.
El arzobispo de Brisbane, Mark Coleridge, dijo que había un «lado oscuro» para el celibato obligatorio, pero admitió que es poco probable que la Santa Sede actúe rápidamente, si es que lo hace, al hacer cambios significativos.
La ley que elimina el secreto de confesión
El pasado mes de junio, la región australiana de Canberra aprobó una ley que obliga a los sacerdotes a romper el secreto de confesión cuando conozcan algún caso de abuso sexual.
Esta medida entrará en vigor el 31 de marzo de 2019 y hasta entonces la Archidiócesis de Canberra tendrá nueves meses negociar con las autoridades la forma en la que se pondrá en funcionamiento esta polémica ley.
El propósito de la ley, conocida con el nombre de «Enmienda Ombudsman 2018», es ampliar el Esquema de Conducta Denunciable que rige las denuncias de abuso y mala conducta contra menores de edad, incluyendo también a organizaciones religiosas, después de los casos de abusos denunciados.
El arzobispo de Canberra, Chistopher Prowse, ha asegurado que apoya las medidas gubernamentales en la prevención y denuncia de los casos de abusos sexuales, pero no cuando se tratan de romper el secreto de confesión.