Anticiparse a la muerte neuronal centra el trabajo europeo que se lidera desde Galicia

La Voz

SOCIEDAD

19 sep 2018 . Actualizado a las 07:45 h.

Hay esperanzas, pero estas no van encaminadas a la cura una que vez que la enfermedad ya está instalada. En esta etapa, por el momento, no hay nada que hacer. Ni vacuna ni medicina que detenga el alzhéimer. Esto no quiere decir que no se esperen avances importantes. «Nuestro objetivo no es buscar una diana terapéutica ni diseñar nuevos fármacos. Buscamos biomarcadores que permitan detectar la dolencia en su fase asintomática, cuando aún no presenta síntomas. Calculamos que tiene que ser al menos cinco años antes de que comience a mostrar los primeros indicios clínicos. Es ahí cuando hay que actuar de forma agresiva con la medicación». La explicación es de Tomás Sobrino Moreiras, que coordina el proyecto europeo PANA, el único liderado por un hospital gallego, el compostelano, destinado a la detección precoz de la demencia. En él también participan un centro de Holanda y otro de Finlandia.

No hay cura, pero sí frenos

En los laboratorios del Complexo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS) se está llevando a cabo la principal investigación de la UE sobre la patología. La misión es amortiguarla, aletargarla. Permitir que el paciente siga siendo independiente. El trabajo que coordina Sobrino aspira a evitar que más de un millón de europeos desarrollen al año la dolencia neurodegenerativa. «No vamos a curar, pero sí podemos frenar el alzhéimer», apostilla.

Para ello, el programa, dotado con un presupuesto de ocho millones de euros -es un Horizon 2020, las iniciativas de investigación financiadas por la UE- trabaja en el diseño de unas nanoestructuras capaces de detectar esos biomarcadores. «A través de muestras de pacientes hemos detectado una proteína que se asocia con las fases más tempranas de la demencia. Tenemos unas nanosondas que son capaces de visibilizarla en el líquido encefálico, pero aún no podemos hacerlo en la sangre, hay que desarrollar esa tecnología», detalla el científico.

Uno de los retos del alzhéimer, capaz de matar, de dejar inútiles hasta el 70 % de las neuronas del parénquima cerebral, es que su fisiopatología aún no es clara del todo. Los familiares de pacientes de demencia o que manifiesten un ligero deterioro cognitivo son los primeros candidatos a los que se piensa dirigir este kit diagnóstico que se prepara en Compostela.