Un apoyo para aprender a enfrentarse a un día normal

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Fundación Menela

La Obra Social 'La Caixa' colabora con la Fundación Menela en su programa de soporte domiciliario para niños con autismo

21 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Ir al supermercado, interactuar con los compañeros de clase, coger el autobús, bajar a comprar el pan... Todos esos hábitos forman parte de la vida cotidiana, tareas que, aunque sencillas, pueden suponer un reto para algunas personas diagnosticas con Trastorno del Espectro Autista (TEA). Ayudarles a superar los miedos que pueden generarles enfrentarse a esos pequeños retos diarios es una de las tareas que realizan desde la Fundación Menela, una entidad con sede en Vigo que este año con el apoyo de la Obra Social 'La Caixa', que les ha concedido una ayuda de 18.520 euros dentro de su convocatoria de Promoción de la Autonomía Personal y Atención al Envejecimiento, la Discapacidad y la Enfermedad, pondrá en marcha el Programa Terapéutico de Soporte Domiciliario (PTSD). El objetivo pasa por ofrecer un apoyo global, dentro de la atención temprana a niños diagnosticados con TEA o que están en riesgo de padecerlo.

¿Por qué es importante este programa? La convivencia con niños que no dialogan o que, a veces, parece que no escuchan, no se explican o tienen miedo ante las novedades o los cambios viene acompañada de una proyección de sentimientos que pueden golpear a la persona que los acompaña, tanto el padre o la madre como a la terapeuta o la maestra. De ahí que la iniciativa trate de echar una mano al pequeño, pero también a todas esas personas que lo rodean para que puedan encontrar el mejor modo de superar esos hándicaps. Además, como apuntan desde el colectivo, «la mejor forma de comprender es la observación».

«Trabajamos en el entorno familiar -comentan desde la Fundación Menela-, pero también en el educativo». Los niños que participan en la iniciativa, que este año por primera vez se realiza como un proyecto pautado y estructurado, «son personas que están diagnosticadas y tienen un programa terapéutico», añaden desde el colectivo.

En este sentido, sus responsables detallan que lo que hacen es apoyar a los pequeños en esos entornos que, a veces pueden resultarles hostiles, «como coger un bus o ir al supermercado».

De momento, son ya 25 los que se han beneficiado o están haciéndolo de este programa. El resultado es muy bueno, sobre todo, porque el pequeño pierde muchos miedos, pero también su entorno aprende a actuar ante cualquier imprevisto o contexto comprometido que se pueda presentar.