Un obispo acusado de encubrir abusos presidirá la comisión de la iglesia española contra la pederastia

d. roldán MADRID / COLPISA

SOCIEDAD

Vaticano

El obispo de Astorga instruyó uno de los últimos casos de pedofilia conocidos en el seno de la Iglesia, el del sacerdote José Manuel Ramos Gordón, al que castigó sin un año de sacerdocio por abusar de cuatro menores

17 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La lucha contra los abusos sexuales a menores en el seno de la Iglesia está siendo uno de los pilares del pontificado de Francisco. Tolerancia cero es el mensaje lanzado desde el Vaticano. El 12 de septiembre, el papa decidió convocar a los presidentes de las conferencias episcopales del mundo a una reunión entre el 21 y el 24 de febrero del 2019 para discutir sobre los abusos sexuales en la Iglesia católica. Con el objetivo de preparar la cita, la Conferencia Episcopal Española (CEE) ha decidido crear una comisión que aborde este asunto y elabore los materiales de trabajo que su presidente, Ricardo Blázquez, presentará en la Santa Sede y que servirán para renovar las directrices de la CEE, vigentes desde el 2010. La comisión tendrá, en primera instancia, un cariz fundamentalmente jurídico y comenzará sus trabajos esta semana. Estará compuesta por juristas de la Junta de la Episcopal de Asuntos Jurídicos; del Servicio Jurídico Civil; del Tribunal de la Rota de la Nunciatura Apostólica; del Servicio Jurídico de la Conferencia Española de Religiosos; y de la Vicesecretaría para Asuntos Generales. Diez miembros de los que solo se conoce el nombre de su presidente: Juan Antonio Menéndez Fernández. Una designación controvertida, porque el obispo de Astorga instruyó uno de los últimos casos de pedofilia conocidos en el seno de la Iglesia, el del sacerdote José Manuel Ramos Gordón, durante el 2017. Lo castigó a un año sin sacerdocio por abusar de cuatro menores a finales de los noventa (casos prescritos). No era la primera investigación que se realizaba sobre este sacerdote. El obispado también indagó sobre otra queja remitida al papa Francisco en el 2014 por un alumno del Seminario Menor de La Bañeza. La resolución de los casos se llevó con suma discreción, lo que provocó que uno de los denunciantes hiciera públicos los abusos y esto animó a otra víctima a denunciar. En septiembre, la Congregación de la Doctrina de la Fe ordenó su suspensión en el ministerio durante diez años por los abusos sexuales (también prescritos) cometidos hace 35 años en el Colegio Juan XXIII de Puebla de Sanabria (Zamora). Durante este tiempo, el sacerdote deberá residir en un monasterio o convento fuera de la diócesis de Astorga, y después podrá vivir en la casa sacerdotal, una decisión muy criticada por las víctimas.

Menéndez, tal vez a raíz de estos hechos, dio un paso adelante en la lucha contra la pedofilia. El texto del Obispado de Astorga sobre cómo tratar estos casos es más avanzado que el de la propia CEE, que ahora se quiere revisar.