Luis Liz: «Galicia es buen lugar para investigar, pero mi sitio aún está en el País Vasco»

Raúl Romar García
R. Romar REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Xoán Carlos Gil

El primer gallego en lograr un Premio Nacional de Investigación trabaja en crear tumores artificiales

25 oct 2019 . Actualizado a las 20:20 h.

Premio de la Real Sociedad Española de Química, DuPont de la Ciencia, Humboldt, Burdinoa, Jaime I de investigación.... Luis Liz Marzán (Lugo, 1965), director del Centro de Investigación Cooperativa en Biomateriales CIC BiomaGune de San Sebastián y único gallego en lograr en dos ocasiones la elitista beca Advanced Grant del Consejo Europeo de Investigación, ha recibido los premios más importantes tanto a nivel nacional como internacional, pero admite que el Premio Nacional de Investigación en Tecnología Química que le acaba de conceder el Ministerio de Ciencia -es el primer gallego que lo obtiene- le hace especial ilusión porque es el reconocimiento más importante en España en el ámbito de la investigación científica. Concedido por unanimidad, el jurado ha valorado «sus numerosas y significativas contribuciones a los campos de la Química Coloidal y la Nanociencia» y el hecho de que ha abierto nuevas fronteras científicas para resolver problemas emergentes «de elevada importancia tecnológica, en especial en el campo biomédico».

-¿Otro premio más para su colección o este es distinto?

-No, este para mí es especial. Llevo tiempo preocupado porque el ministerio había cancelado la convocatoria, aunque veía que se mantenían los premios en otras disciplinas que no necesariamente eran más importantes que la investigación científica. Es especial porque soy consciente de que hay muchos investigadores de alto nivel a nivel nacional que también aspiraban al premio.

-Usted es químico-físico y el jurado destaca las aplicaciones biomédicas de su trabajo. ¿Podría explicarlas?

-Nosotros inicialmente nos especializamos en la fabricación de nanomateriales buscando propiedades que permitiesen aplicaciones en campos diversos. Una vez que hemos logrado un control bastante preciso de las dimensiones, la morfología y composición de estos nanomateriales identificamos propiedades que pueden ser de mucho interés para la detección de distintos tipos de moléculas y decidimos especializarnos en moléculas de interés biológico. Uno de nuestros proyectos más importantes fue la detección de moléculas que las bacterias utilizan para comunicarse entre sí, lo que puede tener influencia tanto en el diagnóstico de infecciones como en la propia comprensión del comportamiento de las bacterias cuando forman las comunidades que dan lugar a las infecciones.

-Y ahora trabaja en crear tumores artificiales en laboratorio para conocer mejor el cáncer.

-Lo que estamos intentando es explotar el mismo tipo de materiales adaptados a un problema diferente, en este caso el cáncer. Utilizamos las mismas técnicas para identificar marcadores tumorales. El procedimiento que desarrollamos nos permite identificar distintos marcadores al mismo tiempo y hacerlo en tres dimensiones, de forma que podamos llegar a una observación del material biológico a un nivel mucho mayor que en la actualidad.

-Sí, pero tumores de laboratorio...

-Suena un poco disparatado, pero es algo que ya es muy habitual. De hecho se están fabricando órganos artificiales, pues el concepto es el mismo. La idea es reproducir de una forma aproximada la composición del tumor real y luego pasar a muestras reales.

-Usted hace años decía que en Galicia no se apostaba por centros de investigación de nivel. ¿Sigue pensando lo mismo?

-No, ha cambiado la cosa. Hay claramente un cambio de rumbo y un empeño por identificar y atraer al mayor talento posible y, a partir de ese talento, crear o potenciar centros de excelencia enfocados a objetivos concretos. Me parece una iniciativa estupenda.

-A usted lo fichó el Gobierno vasco de la Universidade de Vigo hace seis años. ¿Es ahora Galicia un buen lugar para investigar? Y si lo es, ¿se plantea regresar?

-Yo creo que Galicia sí es ahora un buen lugar para investigar. Mi impresión es que hay fondos y que hay disposición a usarlos. Pero lo cierto es que ahora mismo tengo un compromiso en el País Vasco. Creo que las cosas van bien y, la verdad, mi objetivo es seguir apostando por este compromiso que adquirí hace seis años, que no ha terminado. Mi sitio aún está en el País Vasco.

-A nivel nacional, y después de los recortes, ¿la ciencia empieza a ver la luz o aún queda?

-A nivel nacional no se ve mucha mejoría, de momento, porque los presupuestos son los que son y se sigue arrastrando la situación de hace años. Mucho no se ve aún, pero queda la esperanza.