«La aplicación de Cabify aún se está adaptando a las calles de A Coruña»
SOCIEDAD

Los taxistas no aprecian aún la competencia del servicio que empezó a funcionar ayer
15 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Cabify ya funciona en Galicia. Su aplicación comenzó a operar ayer, a las seis de la mañana, y justo desde esa hora sus conductores empezaron a manejarse con un coche y un smartphone que algunos estrenaban. Tuvieron trabajo. Eso que la aplicación les hizo dar alguna que otra vuelta. Y los taxistas, al menos en alguna carrera que sus nuevos competidores realizaron al aeropuerto, no se enteraron de su presencia. «Só vimos dous aquí no aeroporto. Non o notamos. Traballamos con normalidade», explicó uno de los que tienen licencia en Culleredo. También los conductores de Cabify fueron cuidadosos para no confundirse y meterse por el carril de taxis al dejar a sus pasajeros.

El aeropuerto de Alvedro fue uno de los destinos demandados. Uno de los primeros clientes de Cabify en A Coruña hizo la reserva desde una de las calles adyacentes a la Praza das Atochas, en la parte baja del barrio de Monte Alto, una zona a la que en los últimos años se ha mudado gente joven de clase media que, por cuestiones de trabajo, suelen tener que coger aviones con relativa frecuencia.
El coste del viaje que aparecía en la aplicación era de 21,64 euros con maleta (la carrera de un taxi puede rondar los 19 euros, depende de lo que corra el taxímetro. Y no está incluida la maleta). Al final, con descuento, costó 14. «La opción más económica, pero no por ello menos lujosa», apuntaba la app, que además advertía en letra gris que «el precio puede variar por: modificación del itinerario, paradas intermedias, peajes y tiempo de espera». Bastó con darle a «seleccionar» para que fueran apareciendo los datos del vehículo y el nombre del conductor que tuvo que aceptar el viaje. Luego, con solo darle a «reservar», el coche se puso en camino. Tiempo de espera: unos seis minutos. No tardó más. Además, el usuario se entretuvo observando en el mapa de la aplicación por dónde avanzaba el coche hasta que un Hyundai Ioniq, un vehículo híbrido nuevo del trinque, apareció justo en el lugar en el que está aguardando.
Un botellín de agua
Tras abrirle la puerta del vehículo y saludar al usuario por su nombre, el conductor lanzó sus primeras preguntas: «¿Qué canal de radio le apetece escuchar? ¿Está bien la temperatura? ¿Le apetece un agua?». Al hombre, de mediana edad, se le veía motivado con su trabajo. Quería que el pasajero fuera cómodo durante un viaje a Alvedro totalmente guiado por la indicación que iba dando la aplicación del teléfono: «Tenemos que seguirla porque va diciendo el mejor camino para llegar, por dónde hay menos tráfico...», explicaba a medida que conducía. Alguna que otra vuelta hubo que dar por culpa de la tecnología, pero el viaje fue como la seda.
La aplicación también confundió a otro conductor. «Marcaba la calle Primo de Rivera 20, pero no hay número 20», explicó a una pasajera que tuvo que esperar algo más de la cuenta por ese «problemilla» con la aplicación: «Empezamos hoy. Claro, la aplicación aún se está adaptando a las calles de la ciudad», comentó el hombre.
Y no solo a las calles tendrá que adaptarse. También a las normas o a las restricciones. Porque, al menos de momento, no pueden circular por la avenida de la Marina, donde solo pueden hacerlo taxis o autobuses.
Pero más allá de que tarde un tiempo en cogerle el truco a la ciudad, el principal hándicap que ven algunos usuarios es el precio, porque, como comentaba ayer un taxista, «tampouco é tan barato. Algúns clientes probárono para ir do Burgo a Culleredo e é máis caro ca nós».
más información
Consulta aquí las tarifas de Cabify en A Coruña.