Bennedict Cumberbatch protagoniza esta adaptación de un ciclo de novelas del británico Edward St Aubyn
07 ene 2019 . Actualizado a las 17:54 h.Patrick Melrose es un adicto indiscriminado, del alcohol a cualquier tipo de droga. Enseguida entendemos que da igual la sustancia, porque, por potente que sea, Melrose es incapaz de matar sus demonios interiores, alimentados desde niño por quienes debían ahuyentarlos: sus padres. Patrick Melrose adapta un ciclo de cinco novelas del británico Edward St Aubyn en otros tantos episodios de una hora de duración: un esfuerzo que condensación que, sin embargo, no resta profundidad. La serie se abre con la reacción del protagonista cuando recibe la muerte de su padre. El principal causante de su tormento, su verdadero corazón de tinieblas, su desaparición está lejos de traer alivio, sino más duda, sufrimiento, autodestrucción. Asistimos a las distintas fases del pasado que explican el desasosiego presente y futuro, puntillosamente recreado, sean unas vacaciones en Francia o el puente aéreo yuppy Nueva York-Londres de la década de los años ochenta.
Pero quienes sostienen la tensión son los intérpretes, encabezados por un desbordante Bennedict Cumberbatch, la personificación misma de la adicción y sus contradicciones. Le siguen la confusión entre egoísmo y generosidad de Jason Leigh como su madre y Hugo Weaving como el padre aristócrata y maltratador. «Para nosotros, solo lo mejor», repite. También en cuestiones de maldad.
«PATRICK MELROSE»
Reino Unido, 2018.
Director: Edward Berger.
Intérpretes: Bennedict Cumberbatch, Jennifer Jason Leigh, Hugo Weaving.