Las escuelas de la Xunta no piden la carta de vacunación a los padres pero hay concellos y centros privados que sí

Elisa Álvarez
Redactora

La importancia de la vacunación está fuera de toda duda. Y en Galicia los padres lo tienen claro. Las coberturas en las primeras dosis superan el 90 % en todas las enfermedades y en las que se ponen durante el primer año de vida se acercan al cien por cien. Pero ¿es necesario estar al día en la cartilla de vacunación para entrar en una escuela infantil o en un colegio? No, pese a que son muchas las guarderías que sí lo piden a título informativo y voluntario. La Consellería de Educación asegura que no es un requisito en los colegios, mientras que desde Política Social afirman que no pueden requerir esta información a los padres, porque en España la vacunación no es obligatoria.

Pero la realidad es que son muchos los centros que, al menos de manera voluntaria, sí piden esta información. En el concello de Ames, por ejemplo, lo hacen así en sus dos escuelas infantiles. «Non é algo obrigatorio, solicitámolo na primeira matrícula pero é voluntario, e en dez anos non tivemos ningún problema e as familias sempre colaboraron. Ademais, non presentala non é un motivo de exclusión», explica su concejal de Educación, David Santomil. En el de Santiago las escuelas municipales no obligan a presentar la cartilla, pero puede aportarse -y de hecho muchas familias lo hacen- como un documento a mayores. Lo que sí se pide es un certificado del pediatra que indique que el niño no tiene ningún problema para acudir a la guardería.

Lo mismo ocurre en las escuelas privadas. Muchas ya establecen como parte de la documentación a presentar la fotocopia de la cartilla de vacunas y de la tarjeta sanitaria, aunque después en base a la normativa legal no se pueda impedir la admisión.

Lo cierto es que este requisito crea confusión entre padres e incluso pediatras, que dudan de si es obligatorio o no. Amparo Rodríguez, presidenta de la Asociación Galega de Pediatras de Atención Primaria, asegura que pese a la ausencia de esta obligatoriedad, «prácticamente se nos piden certificados de todas las guarderías». Incluso es un tema de debate entre los profesionales, ya que no es lógico que entre las tareas del pediatra esté elaborar estos documentos si no son obligatorios ni ningún menor puede ser excluido por esta causa.

Los pediatras son uno de los colectivos profesionales que más luchan por elevar las tasas de vacunación entre los menores y que más defienden esta protección. Aún así, siempre han dejado claro que no son partidarios de que el calendario oficial de vacunación sea obligatorio, teniendo en cuenta la respuesta de los padres españoles, que confían de forma muy mayoritaria en esta herramienta. «No somos partidarios porque es mucho más importante la información, y porque la obligación podría ser incluso contraproducente y provocar que las tasas de vacunación bajen. Eso sí, es diferente cuando se llega a determinadas situaciones que afectan a la salud pública, como podría ser la aparición de una epidemia», explica Rodríguez.

Varias comunidades lo exigen

En España la vacunación es recomendable, no obligatoria. Por tanto en Galicia la Xunta se circunscribe a esta realidad para no exigirla en sus colegios y escuelas. Pero lo cierto es que hay comunidades que han regulado en su normativa que sí es un requisito para acceder a las guarderías. En Castilla y León, por ejemplo, aparece reflejado en las normas de admisión. Desde el departamento de Educación aseguran que está regulado, se exige, y el centro puede poner pegas para admitir al menor en caso de no presentar la cartilla. Lo mismo explican desde la Generalitat catalana. Al hacer la preinscripción hay que presentar el carné de vacunaciones, y si el menor no lo tiene por indicación médica u otras circunstancias, un documento del facultativo que así lo acredite.

No es obligatorio pero se exige en muchos centros. ¿Qué ocurre entonces si un menor no está al día en el calendario y una guardería no quiere admitirlo? La respuesta no es tan sencilla como parece. En Galicia, de darse el caso, al no haber normativa al respecto lo lógico es que el niño deba ser escolarizado de todas formas, pero no ha ocurrido así en otras comunidades en las que sí se regula en la admisión.

Los jueces se pronuncian

Y es que ya hay sentencias que dan la razón a escuelas infantiles que se han negado a admitir a niños no vacunados. Esto no hace obligatorio vacunarse, pero sí impide que el niño se escolarice en ese centro. En el año 2000 el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña dio la razón a una escuela infantil por este motivo. Y lo argumentó así. «La convivencia en un estado social supone no solo el respeto de los derechos fundamentales a título individual, sino también que su ejercicio no menoscabe el derecho del resto de la sociedad... Así pues, no estamos ante una vulneración del derecho a la educación, sino ante el incumplimiento de unas obligaciones que tienen como finalidad la prevención de enfermedades». Y de forma similar se posicionó el Tribunal Superior de La Rioja en el 2002, que dice que nada obliga a vacunar, pero la Administración tiene potestad para imponer esa exigencia a quien quiera acudir a una guardería.

Francia e Italia impusieron la medida, y esta última rectificó

La vacunación obligatoria siempre ha sido un tema de debate, y los profesionales médicos siempre se han posicionado en el sentido de limitar esta obligatoriedad a situaciones en las que la cobertura baje y haya riesgo de perder la inmunidad de grupo, algo que afortunadamente en España no ocurre.

Francia e Italia, sin embargo, han visto cómo en los últimos años las tasas de vacunación disminuyen por el auge de los movimientos antivacunas y se han enfrentado a importantes brotes de sarampión. Los dos países han impuesto la vacunación obligatoria para acceder a las escuelas infantiles, aunque Italia, el pasado verano, y tras la llegada del gobierno populista de La Liga y el Movimiento 5 Estrellas, dio marcha atrás. Holanda, al contrario, es ahora cuando está estudiando imponer la vacunación si el menor quiere acudir a las guarderías públicas. Lo cierto es que países como Ucrania, Grecia, Italia, Francia o Serbia han sufrido en el 2018 importantes brotes de sarampión con más de un millar de casos cada uno, y elevando la enfermedad en Europa a la cifra más alta del siglo.