Los duques de Sussex visitarán hasta mañana el país por encargo de Isabel II
25 feb 2019 . Actualizado a las 19:28 h.No les ha venido nada mal este viajecito a Marruecos al príncipe Harry y su mujer, Meghan Markle. Después del chaparrón de críticas por su fiesta baby shower, y por otras muchas cosas, se han escapado un poco del mundo, si es que pueden hacer eso siendo quienes son. Llegaron a Casablanca el sábado, ella con un vestidazo rojo Valentino y el mirándola embobado en todo momento. La visita fue a petición de la reina Isabel II, pero algunos medios británicos la consideran demasiado peligrosa. Así que volverán las críticas de nuevo. Además, para acompañar ayer a la exactriz estadounidense en sus diferentes actividades en un pueblo de la cordillera del Atlas se estableció un «dispositivo médico» especial, dado su avanzado estado de gestación. De hecho, este es su último viaje oficial antes de que nazca el niño. Ellos quisieron enfocar su visita a la situación de las mujeres, el acceso a la educación de las niñas o la inclusión de los discapacitados, aunque también estaba prevista una demostración de cocina. «Al duque y la duquesa de Sussex les gusta mucho estar con la gente», aseguró el embajador británico Thomas Reilly durante una entrevista. La pareja real, que se alojará en una residencia durante su estadía, concluirá su visita mañana tras reunirse con miembros de la familia real marroquí.
Por otra parte, antes de la llegada de la pareja real, fuentes diplomáticas locales recordaron que el país es «un polo de estabilidad en el norte de África». El jueves, la policía dispersó por la fuerza una manifestación de maestros en Rabat organizada con motivo del aniversario del movimiento prodemocracia del 20 de febrero, nacido en 2011, dejando varios heridos.
