
Las autoridades sanitarias de Estados Unidos advierten del peligro de esta práctica
27 feb 2019 . Actualizado a las 11:28 h.El ansiado elixir de la eterna juventud no existe a pesar de los intentos desesperados por lograrlo. Ni siquiera Silicon Valley, el corazón tecnológico de Estados Unidos, ha logrado acercarse al milagro a pesar de prometerlo.
Todo surgió con Ambrosia, la polémica startup que ofrece el servicio de transfusión de sangre para rejuvenecer a las personas. Los millonarios del otro lado del continente corrieron en busca del milagro. La empresa comenzó a probar los beneficios que, aseguraba, estaban probados científicamente. Cada transfusión tenía un precio que rondaba los 7.000 euros y su fundador, Jesse Karmazin, médico graduado en la Universidad de Stanford (California), realizó un ensayo en el que participaron 150 personas con edades entre los 35 y los 92 años. El estudio implicaba la donación de 1,5 litros de plasma de personas entre los 16 y los 25 años durante dos días. Desde ese momento, Ambrosia, aseguró que había logrado revertir el envejecimiento y que, además, el tratamiento funcionaba para una serie de males asociados con la vejez como enfermedades del corazón, diabetes o Alzheimer.
La startup comenzó a expandirse y logró establecerse en cinco ciudades estadounidenses con la intención de abrir otras tantas clínicas más.
Pero la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés) ha tomado cartas en el asunto. «Desaconsejamos enérgicamente a los consumidores que realicen esta terapia que carece de ensayos clínicos con revisión institucional y supervisión adecuad», asegura la agencia en un comunicado. La FDA mantiene que esos tratamientos son «potencialmente dañinos» y recuerda que existen riesgos que incluyen reacciones alérgicas, sobrecarga circulatoria, lesiones pulmonares y transmisión de enfermedades infecciosas.
La primera consecuencia de la advertencia del gobierno estadounidense es que Ambrosia ha cesado sus actividades.