
El Colexio Profesional de Enxeñaría en Informática rinde homenaje a la primera programadora gallega
07 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.En una profesión todavía hoy dominada abrumadoramente por hombres, Ana María Prieto López (Santiago, 1942-Becerreá, 2018) fue en los años sesenta pionera entre pioneras: la primera mujer gallega programadora informática. Primero en Madrid, adonde se había trasladado su familia cuando ella tenía 9 años, y después de vuelta en Compostela. Ana María Prieto tuvo que luchar para realizar su vocación profesional en un contexto hostil. «A mi madre le pusieron las cosas muy difíciles», dijo ayer su hija, Clara García Prieto, tras el acto de homenaje que con motivo del Día Internacional da Muller le dedicó a Ana María el Colexio Profesional de Enxeñaría en Informática de Galicia.

Clara describió a su madre como luchadora, inteligente, humilde y muy educada. En el Madrid de los años 60, cuando Ana María empezó a trabajar en la programación de macroordenadores, tuvo que soportar conductas machistas que ella, por su carácter, no podía soportar. «Tú tenías que ser secretaria, aquí no pintas nada», cuenta Clara García que le decían, y no reconocían su trabajo. La propia Ana María lo recordó para La Voz en el 2016: «Era una intrusa. Me daba mucha rabia, no les gustaba nada tenerme». Este trato fue uno de los motivos de su retorno a Galicia en 1969, para trabajar hasta 1973 como programadora en el centro de cálculo de la Caja de Ahorros de Santiago y como formadora de nuevos programadores.

A los veinte años, Ana María Prieto había abandonado una carrera tradicional como era la de Farmacia por su amor por las matemáticas, recordó Clara, que acudió acompañada por su padre y viudo de la homenajeada, Antonio García López. En 1963 realizó un curso de informática, y a su término fue contratada como operadora. Tras un curso posterior, se convirtió en programadora, «a primeira galega en programar computadores da que temos noticia», reseña el libro A historia da informática en Galicia, escrito por Henrique Neira y coordinado por Fernando Suárez y Javier García Tobío, presidente y vocal, respectivamente, del Colexio Profesional de Enxeñaría en Informática.
En el homenaje celebrado ayer en la Escola Técnica Superior de Enxeñaría de la USC, Fernando Suárez dijo de Ana María Prieto que «deu un paso adiante en prol da igualdade, e a pesar das dificultades conseguiu abrirse camiño con valentía e carácter emprendedor nunha profesión masculinizada, compaxinándoa ademais coa súa vida familiar».
La carrera profesional de ingeniería informática tiene a día de hoy unas cifras todavía muy bajas de matriculadas, apenas el 12 o 13 % en los primeros cursos, por lo que Fernando Suárez incidió en la necesidad de incorporar mujeres a esta titulación universitaria: «Nun presente e futuro dixitais é preciso normalizar a presenza da muller en todos os ámbitos da profesión, potenciando a representación feminina na Enxeñaría en Informática e noutras disciplinas técnicas».
En este aspecto insistió el director de la escuela, Antonio Mosquera, quien aludió incluso a una masculinización de la profesión más acusada en los últimos años, en los que aprecia «unha certa sensación de retroceso».
Aún hoy, la carrera de ingeniería informática tiene escasa presencia femenina.
