
Los expertos aseguran que los fallos cardíacos en gente joven suelen esconder causas genéticas
22 jul 2019 . Actualizado a las 17:19 h.La modelo Lote van der Zee fallecía a los 20 años de un infarto cuando estaba de vacaciones con sus padres en Austria, tras varios días encontrándose mal.
Los accidentes cardiovasculares son una excepción en la población joven, y los expertos prefieren ser cautos antes de afirmar que ha bajado la edad de riesgo, aunque comienza a haber estudios que lo sugieren. «No estoy de acuerdo con eso, -explica José Manuel Vázquez, jefe de cardiología del CHUAC-, si una persona de veinte años tiene una muerte súbita por causas cardíacas casi con seguridad es una enfermedad de origen genético o una malformación congénita. Es muy difícil que sea otra cosa. Salvo que tenga una hipercolesterolemia familiar, que gente que tienen un colesterol altísimo, pero eso es muy excepcional. En Galicia hay seis o siete personas así».
A LOS 40 AÑOS
Menos extraños, aunque tampoco habituales, son los infartos a los cuarenta años, sobre todo en mujeres. «A esa edad sigue siendo muy raro o difícil que una persona joven, sobre todo si es una mujer, tenga un infarto o una muerte súbita». Aunque a esa edad ya se pueden existir patologías coronarias, según el experto para que haya infarto suele seguir presente el componente genético o factores de riesgo como problemas con la coagulación, que te predisponen a sufrir un posible infarto. «Si estás sana, tienes una carga genética normal y no tienes un problema previo de corazón, aunque fumes mucho y tengas la tensión alta no es fácil que antes de los cuarenta tengas un problema coronario. Ahora lo vas a acabar teniendo, eso seguro».
ESTILO DE VIDA
Vázquez Rodríguez es optimista y considera que la creciente preocupación por la salud forma parte del estilo de vida de los españoles e incide directamente en la tasa de supervivencia y la esperanza de vida en nuestro país. «Siempre hablamos de lo malo, que si las mujeres fuman más y esas cosas, pero yo creo que hay un movimiento social que promueve un estilo de vida más saludable, a lo que hay que sumar la calidad del sistema de salud, las vacunas o los fármacos que llegan a todos».
LOS CASOS DEL DEPORTE
Otros casos de muerte súbita a edades tempranas están relacionadas con el deporte, como en los casos en los que futbolistas profesionales o adolescentes que practican el deporte caen fulminados en el terreno de juego. «En estos casos hay de fondo enfermedades genéticas del corazón que afectan al músculo, a las proteínas que tiene contráctiles o a la membrana de las células. Producen inestabilidad eléctrica y eso desemboca en una arritmia que puede llegar a ser mortal».
LOS RIESGOS DEL EJERCICIO
Una de las situaciones que más preocupa a los especialistas del corazón es la de la moda de ponerse a entrenar muy duro sin haber hecho ejercicio en la vida. «Lo peor de todo -asegura el jefe de cardiología-, es que no es hacer ejercicio moderado, es ponerse de repente a preparar una maratón. Si es una persona que lleva años sin hacer deporte y que está acostumbrada a llevar una vida más o menos sedentaria, para hacer un entrenamiento para ponerse en forma debería de hacerse un chequeo mínimo: ver los antecedentes y un electrocardiograma. Aunque solo fuese eso».

LA GENÉTICA
Para los casos con antecedentes familiares de problemas de corazón, el CHUAC tiene una unidad de cardiopatías familiares que estudia las posibles causas genéticas de las muertes súbitas. «Cando esto ocurre en una persona joven, toda la familia se queda preocupada porque, aparte del hecho de que haya fallecido un miembro joven, se preguntan si les podrá pasar también a sus hermanos, los hijos.». Los forenses hacen un estudio y si hay sospecha de que sea algo genético se ponen en contacto con esta unidad o le piden a la familia que lo haga para que les estudien.
EL ESTUDIO NO SIRVE SIEMPRE
A pesar de que el experto insiste en que un estudio cardiológico básico puede ayudar en los casos de personas que tengan antecedentes de muerte súbita o arritmias graves en su familia, también recuerda que las pruebas no siempre avisan de lo que va a suceder. «Hemos visto casos en los que un estudio cardiológico no sirvió para prevenir la muerte súbita. Muchas veces todas las pruebas que hacemos parecen normales y pasa algo igualmente. Este es un tema que asusta mucho a la gente, pero la verdad es que la vida es así: si tu te subes al coche nadie te puede garantizar que no vayas a tener un accidente. Te puedes preocupar pero yo creo que es mejor no vivir agobiado por ello».
LA EDAD Y PREVALENCIA
En cualquier caso, la edad a la que es más normal ver infartos en hombres es a partir de los 60 años. En las mujeres, diez años más tarde. «La enfermedad coronaria que acaba produciendo infartos y anginas, suele llegar unos diez años más tarde en las mujeres, aunque la prevalencia luego llega a ser la misma. Probablemente esta diferencia tenga como origen un tema hormonal y también de estilo de vida en cierto modo».
