Instituciones, empresas, investigadores, y profesionales respaldan el patrimonio gastronómico del país
06 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Un estudio de la Universidad de Oporto (Portugal) concluye que Galicia es una de las zonas de Europa donde un mayor porcentaje de la población supera la esperanza media de vida en 4 puntos, hasta los 83 años. Lo explican factores ambientales, como el estilo de vida atlántica, y la genética.
En ese estilo de vida resaltan una dieta basada en el consumo de alimentos de temporada, locales, frescos y poco procesados, con abundancia de vegetales, pescados y mariscos, uso de aceite de oliva y una preparación culinaria con predominio de la cocción, guisado y a la brasa; y se complementa con actividad física, como desplazamientos a pie, favorecidos por la ordenación del urbanismo tradicional del país. Así se indicó en el tercer simposio internacional sobre dieta atlántica, en la Facultade de Medicina de la USC, que congregó a unas 200 personas.
Instituciones, como las consellerías de Sanidade y Mar, y la USC; una nutrida representación de la industria alimentaria gallega; investigadores de varias universidades; y profesionales de la salud, el deporte, la enseñanza y de otros ámbitos, respaldaron el patrimonio gastronómico y cultural asociados a ese estilo de vida atlántico característico del sur de Europa, compartido por Galicia y el norte de Portugal.
La pediatra Rosaura Leis, vicepresidenta de la Fundación Dieta Atlántica de la USC, insistió en la necesidad de que la población gallega más joven recupere la adherencia a ese estilo de vida. Está en retroceso, dijo, por un mayor sedentarismo y por una alimentación menos saludable, en la que predominan productos procesados, frituras y comida con abundantes grasas, o alimentos y bebidas con mucho azúcar.
«En este simposio se expusieron experiencias que evidencian beneficios de la dieta atlántica para la salud cardiovascular otros y efectos beneficiosos para todas las edades. Una línea de trabajo de futuro es comprobar las modificaciones en el genoma, y las alteraciones en determinadas enfermedades, asociadas a ese estilo de vida basado en la dieta atlántica y en el ejercicio», agrega Rosaura Leis.