La industria del tabaco recurre a la tecnología para captar nuevos adictos
SOCIEDAD
Aparatos como el Iqos o el Juul se cuelan en series de televisión y luego son promocionados por «influencers»
03 jun 2019 . Actualizado a las 10:11 h.Uno, el Iqos, se parece a un teléfono móvil. Otro, el Juul, a un pendrive. Son dos de los modos que ha encontrado la industria del tabaco para captar a nuevos fumadores y ofrecer a los que ya lo son una novedosa manera de fumar. Se trata de un modo engañoso, tal y como señala el psicólogo y profesor de la UVigo experto en adiciones Manuel Isorna, de transmitir que «es un modo más sano de fumar», cuando en realidad no hay nada probado al respecto.
Estos dos ejemplos siguen un procedimiento diferente al cigarrillo convencional. En el caso del Iqos, por ejemplo, se mezcla con glicerina, fibras y goma de mascar a una temperatura de 3000 sin que llegue a combustionar. Para eso se necesitan entre 8000 y 10000. «Así se obtiene el vapor que supuestamente tiene menos sustancias tóxicas que el tabaco convencional», señalaba en un artículo médico el neumólogo José Javier Lorza, del Complejo Hospitalario de Navarra: «Actualmente no disponemos de información fiable que avale la utilidad de este producto en la reducción del daño».
Cada vez es más frecuente ver a gente fumando con estos dispositivos. No se trata de algo casual, sino totalmente calculado. «Vuelven a usar el cine para promocionarlo y, ya de manera descarada, a los influencers. Siempre les ponen el Iqos», explica Isorna que recuerda que «en muchas series de moda americanas de Netflix las protagonistas, sobre todo las mujeres, ya fumaban Juul antes de que estuviera en el mercado, lo que te indicaba que era algo más moderno». En el fondo, es la misma imagen glamurosa que en los cuarenta se proyectaba en las estrellas de Hollywood fumando, pero adaptada a las nuevos tiempos.
«El cine vuelve a tener mucha importancia. Por ejemplo, en la película Green Books, ganadora del Oscar, Viggo Mortensen fuma durante toda la película sin que exista una exigencia del guion para ello», expone Isorna. «También en el filme que ganó el Goya a la mejor película de animación, que es lo que mayoritariamente ven los chavales, sale en el cartel un hombre fumando sin que se haga ninguna advertencia luego», añade.
Vuelve la pipa de agua
Otro de los modos alternativos de fumar que están proliferando en la actualidad es la pipa de agua o cachimba. En una pieza de carbón incandescente colocada en la parte superior se calienta el tabaco, mezclado con melaza y aromatizantes. También se transmite la sensación de ser más suave. «Usan tabaco mentolado y con aromas. Es menos fuerte, pero la barrera se pasa. Cuando empiezas con la cachimba el siguiente paso van a ser los cigarrillos», reflexiona Manuel Isorna
«La única forma que existe de fumar sano es no fumar»
Entre la comunidad médica existe una gran preocupación por la irrupción de dispositivos como el Iqos o el Juul. Sobre todo, con la idea difundida de que con ellos se puede fumar de una manera sana y los efectos perjudiciales que ello puede tener en las nuevas generaciones. «Jamás de puede decir algo así», sostiene Carlos Rábade, neumólogo y responsable de la unidad de deshabituación tabáquica del CHUS. «La única forma que existe de fumar sano es no fumar», añade. Denuncia que, en realidad, lo que hay tras el Iqos y el Juul no es más que la «introducción en el mercado de nuevas maneras de fumar sustituyendo al tabaco tradicional que todos conocemos».
Respecto a sus efectos perjudiciales en la salud, «no hay ninguna evidencia científica de que causen menos daño que los cigarrillos normales», apunta Rábade. «Hay ya algunos estudios que certifican el efecto tóxico que causan sobre el pulmón», añade. Además, también subraya que, en el caso concreto del Juul, existen estudios americanos que constatan su carácter adictivo, considerándose ya como una epidemia. En ese sistema se libera nicotina «con niveles muy altos», lo que genera la adicción posterior.
Pese a que su aspecto los «hacen tecnológicamente atractivos, no son inocuos en absoluto», apunta el médico. Tampoco sirven como medio de tránsito para dejar de fumar. «Si así fuera tendría que estar regulado como un fármaco, demostrarse su eficacia y seguir unas pautas», señala. La realidad demuestra, según Rábade, es que tanto el Iqos como el Juul «son una puerta de entrada al tabaco para muchos adolescentes, pero no funcionan como puerta de salida para adultos».
Al respecto, el neumólogo sostiene que el método más eficaz para dejar el tabaco es «el asesoramiento psicológico y el tratamiento farmacológico, es algo que sí está demostrado».