Las asociaciones sanitarias culpan a las farmacéuticas y exigen mayores sanciones, mientras que la industria aduce causas técnicas, logísticas y reglamentarias, y dice que siempre hay alternativas farmacológicas para la misma indicación

En el 2018 el desabastecimiento de fármacos afectó a 1.332 medicamentos, el doble que en el 2015. En agosto del 2018, el centro de información de la Agencia Española del Medicamento (Aemps) reconocía problemas de suministro de más de 370 fármacos. En marzo la cifra ya estaba en 508 y en julio la cifra ascendió hasta 557.

Algunos de los fármacos que se echan de menos en las boticas son de utilización muy común, y la cifra sigue creciendo. Para poner fin a este problema la Aemps propuso actuar sobre las casusas y también sobre el impacto de las consecuencias, porque, según reconocía su propio informe, esta situación «supone una importante sobrecarga para médicos, farmacéuticos y administraciones sanitarias, con elevados costes asociados».

Los médicos gallegos reconocen sufrirlo a diario, viéndose obligados a buscar alternativas para que el día a día de los enfermos no se altere demasiado. ¿Cuál es la solución a este problema? 


Causas y soluciones

Desabastecimiento farmacéutico, causas y soluciones

Ante los crecientes episodios de desabastecimiento de determinados medicamentos que está sufriendo el país, hay que hacer las siguientes consideraciones:

Las empresas farmacéuticas están obligadas, al permitirse la comercialización de un medicamento, a garantizar un abastecimiento adecuado y continuado del mercado, y esta obligación se incumple de manera notoria cuando se produce el desabastecimiento de un producto farmacéutico.

Según la Agencia Española del Medicamento, en el 2018 se produjeron 75 notificaciones de impacto mayor, que se define cuando la falta del medicamento genera un impacto asistencial importante, por no disponer de alternativas terapéuticas en alguna o ninguna de sus indicaciones, siendo necesarias acciones que van más allá de la sustitución del medicamento por el farmacéutico o el cambio de prescripción por parte del médico (por ejemplo, comercialización excepcional o importación de medicamentos extranjeros).

Aunque puede haber algunos casos imprevisibles que provoquen problemas de abastecimiento (por ejemplo, la retirada del Valsartan), la mayoría de los casos se dan con productos que siguen comercializados en los que el desabastecimiento ha sido provocado.

La causa del problema está en la insaciable capacidad de la industria de buscar beneficios cada vez mayores, porque los desabastecimientos se producen porque se deriva la producción hacia otros países donde esperan alcanzar una mayor rentabilidad; en medicamentos que consideran que les dejan pocos beneficios (no que les produzcan pérdidas, sino que la rentabilidad se sitúa en los límites normales de otros sectores de la economía), o, en otros casos, en los que pretenden sustituirlos por nuevos productos que, aunque no tengan beneficios significativos sobre la salud, son en cambio mucho más caros.

Conviene recordar que el gasto farmacéutico en España es elevado, el 18,6 % del gasto sanitario total (16,3 % de promedio en la OCDE). Gastamos en farmacia 2.100 millones de dólares más en poder partidario de compra que lo que nos correspondería si gastásemos lo que el promedio de la OCDE.

Desde el Ministerio de Sanidad se impulsa un Plan de Garantías de Abastecimiento de Medicamentos 2019-2022 que recoge una serie de medidas, positivas, basadas esencialmente en la detección precoz de los desabastecimientos y algunas actuaciones para paliarlos que, aunque mejoran la situación, no van al fondo del problema, por lo que su capacidad para solucionarlo no será alta.

En estas circunstancias aumentar el precio de los medicamentos con problemas de suministro es una propuesta disparatada, porque incentiva el desabastecimiento para aumentar los precios y lejos de solucionar el problema lo agravaría. Es bien conocido que los problemas de suministro están en gran parte generados por las empresas para subir los precios y/o favorecer la sustitución por medicamentos más caros. Esta propuesta fomenta esa situación y favorece un incremento permanente de los precios; y por otro lado, parte del reconocimiento de que los desabastecimientos no son estructurales sino provocados.

Desde la FADSP entendemos en cambio que la solución pasa por dos medidas fundamentales. La primera es sancionar de manera importante y ejemplar a las empresas incumplidoras de sus obligaciones de abastecimiento, y la segunda poner en marcha una empresa pública farmacéutica que garantice en todo momento el acceso de la población a todos los medicamentos básicos para garantizar su salud (lo que por cierto acaba de ponerse en marcha en Portugal).

Autor Marciano Sánchez Bayle Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP)

Requiere la colaboración de todos

Un fenómeno complejo que requiere de la colaboración de todos

Las faltas de algunas presentaciones de medicamentos, si bien no es un fenómeno nuevo, han cobrado protagonismo en los últimos meses en la medida en que suponen un inconveniente para los pacientes y los profesionales sanitarios. Hay que recalcar que estas faltas, en la inmensa mayoría de los casos, no suponen un riesgo de salud, ya que existen alternativas farmacológicas para la misma indicación.

A esto hay que añadir la transparencia y el seguimiento constante de los casos. La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) tutela un sistema de garantías pionero en la Unión Europea que, a partir de los datos de los laboratorios, ofrece información de la situación de los medicamentos en desabastecimiento, una aproximación de cuándo quedará solucionada y las opciones para los prescriptores (por ejemplo, si existen alternativas o si hay que cambiar la prescripción).

Sentado esto, podemos analizar las causas de un fenómeno complejo, multicausal y que requiere de la colaboración de todos los agentes del sector sanitario para encontrar soluciones duraderas.

A pesar de las cautelas y planes de contingencia de los laboratorios, hay causas que a veces hacen inevitables los desabastecimientos. Las hay técnicas, como un problema en una planta de fabricación o las dificultades crecientes para conseguir el principio activo por el aumento de la demanda internacional; logísticas, como una rotura de stock por un incremento no previsto de las ventas, y reglamentarias, como cambios en las condiciones de autorización (por ejemplo, cuando una compañía recurre a un suministrador o fabricante alternativos).

Una cuarta causa son los factores económicos, que tienen que ver bien con la diferencia de precios en distintos países europeos, que a veces provoca que comercializadores ajenos a los laboratorios adquieran un medicamento en un país de precio bajo, como España, para venderlo en otro de precio superior (es una práctica legal pero que genera desabastecimientos), bien con la existencia de medicamentos erosionados por las sucesivas bajadas de precios.

Esta última causa la hemos evidenciado desde Farmaindustria, y entendemos que hay que trabajar en una normativa que proteja ciertas presentaciones para evitar que esos productos erosionados por las bajadas de precios lleguen a desaparecer del mercado y que, en definitiva, pueda haber empresas que los produzcan.

Ante la complejidad del problema, todos los agentes de la cadena del medicamento estamos trabajando, bajo la coordinación del Ministerio de Sanidad y la AEMPS, en la busca de soluciones. La implicación de la industria farmacéutica es total. No solo tenemos clara nuestra responsabilidad con el acceso de los pacientes al medicamento, sino que carece de toda lógica empresarial que un sector productivo genere intencionadamente un desabastecimiento en su propio mercado. En el marco de diálogo y transparencia del que ya gozamos, todos los agentes debemos ser conscientes de nuestra responsabilidad para evitar generar una alarma injustificada en la sociedad al tratar sobre una cuestión que no se traduce en un riesgo para la salud de los pacientes.

Autor Javier Urzay Subdirector general de Farmaindustria
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Debate: ¿Qué se puede hacer para evitar el desabastecimiento de algunos medicamentos?