Mario Páramo, psiquiatra: «Tenemos que hablar abiertamente sobre el suicidio»

El suicidio es considerado «un problema de salud pública de primer orden», según apuntan desde la Xunta. Una opinión a la que se suma la Organización Mundial de la Salud (OMS), que con motivo de la celebración del Día Mundial para la Prevención del Suicidio durante la jornada de ayer, informó de que la tasa de suicidios mundiales es de 10,5 por cada 100.000 habitantes. Los países con índices más altos, aquellos con ingresos superiores, donde la media se dispara a 11,5. Mario Páramo, jefe del servicio de psiquiatría del CHUS no duda en constatar que se trata de un problema serio al que se dedica una atención constante desde hace ya años.

-¿Cuál es la incidencia de suicidios en Galicia?

-Esta comunidad, junto con Asturias presenta la tasa de suicidios más elevada del país. Se registra una media de 10,64 suicidios por cada 100.000 habitantes. En España la media se sitúa en 7,76.

-¿A qué se deben estos niveles tan altos?

-El envejecimiento poblacional sería una de las causas. En Galicia el mayor número de suicidios se registra en personas con edad elevada que además no tienen contacto con personal médico.

-La Xunta de Galicia cuenta con un plan de prevención de suicidios. ¿En qué consiste?

-Hace ya un tiempo que la Xunta cuenta con un programa de coordinación, análisis y prevención para el suicidio. Tiene una perspectiva multidisciplinar, por lo que no se pone en práctica solamente desde el ámbito sanitario, sino que incluye también al educativo o al judicial, entre otros.

-¿Cuáles son las medidas que propone este plan?

-Uno de los objetivos es mejorar en la atención cercana con los pacientes, así como dar charlas en centros educativos para informar y concienciar sobre el suicidio a los estudiantes. Además, nos hemos centrado en formar a profesionales médicos de atención primaria para que sean capaces de identificar signos de alerta en los pacientes.

-¿Cómo podemos saber si una persona podría estar teniendo pensamientos suicidas?

-Existen multitud de avisos que nos alertan de esta situación, como que la persona quiera cerrar una parte de su vida o que tenga actitudes pesimistas con las que no duda en mostrar su disgusto con su vida. Muchas veces, relacionado con cerrar capítulos, estas personas dejan por escrito que quieren donar su cuerpo a la medicina. También suelen consultar páginas de Internet relacionadas con esta práctica.

-¿El suicidio sigue siendo un tema tabú en la sociedad?

-En muchos casos, sí. El objetivo es que conseguir que deje de serlo poco a poco.

-¿Es entonces preferible hablar sobre ello que ocultarlo?

-Por supuesto. Es precisamente lo que se debe hacer. Sería una medida muy favorable para la sociedad. Lo ideal sería informar siempre del suicidio desde diferentes ámbitos y siempre desde el profesionalismo.

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