De «Doctor Who» a trabajar para Gucci: los bueyes más famosos son gallegos
SOCIEDAD
Los bovinos que crían y doman Mario Nogueira y Cristina Gómez ya han dado el paso a la gran pantalla
13 sep 2019 . Actualizado a las 17:32 h.Mario Nogueira (A Rúa, 1974), con el apoyo incondicional de su mujer, Cristina Gómez, comenzó hace veinte años comprando una pareja de bueyes para criarlos en un terreno, propiedad de su familia, en Bendilló, Quiroga. Con la venta de su primera pareja, Mario compró otras dos; de esas, pasó a ocho; así hasta los cuarenta bueyes que tiene ahora, que pastan libremente por lo que hoy en día ya es una gran explotación en Quiroga. No están solos, junto a ellos tiene también noventa vacas cachenas. «Cada raza de buey sirve para una cosa. A unos los compro, los crío y luego los vendo a empresas del sector cárnico, igual que a las cachenas —de hecho está a punto de abrir su propia carnicería en O Barco—; a otros, los gordos, los vendo al País Vasco, en donde los usan para el arrastre de piedras; y los que más llaman la atención, los bueyes alistano-sanabreses y los maroneses, a los cuales amanso y domestico para llevar a ferias y romerías», dice. Son tan hermosos y afables que hace tres años comenzaron a trabajar en el formato audiovisual, por lo que se podría decir que Mario y Cristina tienen bueyes actores.
Concretamente son nueve, tres parejas y un trío. Entre ellos están Lindo y Gallardo, una pareja de hermanos alistano-sanabresa que, con tan solo ocho años, salieron en varios capítulos de la serie El final del camino. «Los compré cuando tenían tres años, los capé, los domé y empecé a hacer con ellos distintas exhibiciones, así fue como acabaron saliendo en la televisión. De hecho ahora estamos pendientes de firmar un contrato para que salgan en una nueva serie», cuenta Mario. Otra de las parejas la forman Bonito y Boneco, los más famosos, que ya han participado en Doctor Who, en la película Elisa y Marcela, y también fueron protagonistas de una de las campañas publicitarias de la marca Gucci. «Yo voy con ellos a todos los rodajes y también hablo con los actores para decirles como tienen que tratar con los animales», cuenta. Entre sus animales también está Juanita, la vaca que salió en la última edición de Gran Hermano. «De hecho el Koala está deseando venir a verla», afirma Cristina.
Juntos arriesgaron un gran porcentaje de sus ahorros pensando en poder dedicar sus vidas a lo mismo que lo habían hecho los padres y los abuelos de Mario con anterioridad: ser ganaderos y criadores de bueyes. «Mi familia compraba novillos en ferias que había por la zona. Los amansaban y cuando ya eran capaces de hacer los trabajos de casa —arar, recoger patatas— se los vendían a gente con más terrenos que necesitaban a animales muy fuertes. Es un orgullo haber conseguido todo lo que tenemos hoy, a base de esfuerzo y cariño», explica.
Ahora acaban de adquirir una finca en Petín, cerca de donde viven, en la que pretenden ampliar su explotación y además crear el Museo do Boi. Un lugar en el que conocer en profundidad la historia y tradición de los bueyes, así como los trabajos que antaño desempeñaban. Esa será la siguiente escena de esta película.