«El acuario de A Coruña es el mejor de Europa y una referencia en el mundo»

SOCIEDAD

Romero en un submarino durante una grabación para un documental
Romero en un submarino durante una grabación para un documental

Juan Antonio Romero recorrió los océanos con Cousteau a bordo del Calypso y grabó documentales con David Attenborough. Este sábado estará en Galicia

19 sep 2019 . Actualizado a las 14:25 h.

El primer contacto de Juan Antonio Romero (Caracas, 1963) con el mundo acuático tuvo lugar en el Mediterráneo a los seis años. Aquella experiencia le enganchó para siempre al mar, que ha explorado gracias a los viajes con su padre, a las expediciones a bordo del Calypso de Cousteau y a su trabajo grabando documentales para la BBC con Attenborough. Este sábado estará en A Coruña para impartir una charla (12.00 horas, Domus) organizada por el Festival Mar de Mares.

—¿Ha pasado más tiempo en el agua que en tierra?

—Sí, seguramente.

—¿Qué representa para usted el mar?

—Una forma de vida. Y siempre que me sumerjo siento una mezcla de placer, miedo y curiosidad.

—¿Qué recuerda de sus inicios?

—Leer un libro sobre un niño que daba la vuelta al mundo solo en un velero. A los 12 años conseguí mi propio bote con el que aprendí a navegar. Mi padre era embajador y tuve la suerte de conocer diferentes aguas del planeta, sobre todo las del Caribe.

—¿Y las de Galicia?

—Por supuesto. Me llama la atención la enorme biodiversidad que tienen las aguas gallegas.

—¿Es usted un científico o un explorador?

—Estudié biología marina, pero no me considero un investigador. Mi relación con el océano ha sido a través del audiovisual.

—¿Cómo acabó con Cousteau?

—Cuando terminé la carrera en Francia, comencé a trabajar en el oceanográfico de Mónaco con él y tuve la suerte de formar parte de su equipo en el Calypso durante cuatro años.

—Supongo que serían unos años muy intensos.

—La vida a bordo era difícil porque éramos muchos y el trabajo muy duro. Hacíamos hasta tres inmersiones al día, también por la noche.

—Y todo por descubrir.

—Sin duda, cada vez que bajamos conocíamos algún lugar virgen e inexplorado por el ser humano. Era muy emocionante.

—¿Cómo era Cousteau?

—Un soñador. Te empujaba al límite. Cada vez había que ir más profundo, más lejos y conseguir algo nuevo. Y además todo iba muy deprisa porque de cada expedición debía salir una película.

Romero (a la izquierda) con Jacques Cousteau durante su etapa en el Calypso
Romero (a la izquierda) con Jacques Cousteau durante su etapa en el Calypso

—¿Sobre qué hablaría hoy?

—Sin duda, sobre conservación. De hecho ya lo hizo durante sus últimos años. Fue uno de los impulsores de la Convención de Wellington, para proteger la Antártida. Él se veía a sí mismo como un cineasta y estoy seguro de que en sus películas trataría el gran problema medioambiental que afronta actualmente la humanidad, tal y como hace David Attenborough.

—Con quién también trabajó.

—Formé parte del equipo de Blue Planet I. Aquella fue una experiencia única. La grabación duró ocho años pero todo era mucho más fácil con la BBC. Nos daba tiempo y dinero. Esto nos permitió hacer una serie con una calidad inédita por entonces. Y después Attenborough le daba un toque mágico con su voz.

—Solo superada por la segunda parte.

—Es que los avances tecnológicos han sido espectaculares en la última década. Además, en Blue Planet II, Attenborough no solo quería mostrar la belleza marina sino también el daño que estamos haciendo. La serie tuvo una gran acogida. 

—Entre los pocos lugares de Europa salen As Catedrais.

—La BBC ha filmado mucho en Galicia. En la primera temporada de Blue Planet estábamos buscando un lugar por todo el mundo donde pudiésemos grabar a una población de pulpos y vinimos a A Coruña. Gracias a los pescadores y a la Casa de los Peces fuimos capaces de estudiar y filmar el comportamiento.

— Usted se dedica a crear acuarios por el mundo ¿qué importancia tienen estos espacios?

—Deben servir para que los niños y las personas que viven lejos del mar puedan tener contacto con el mundo acuático y también enviar un mensaje claro.

— ¿Qué le parece el de A Coruña?

—El mejor de Europa y una referencia para el resto de los acuarios del mundo. Siempre lo pongo de ejemplo de buena gestión. La sesión de las focas no es ningún circo. No se trata solo de un lugar para ver peces sino que mezcla arte, ciencia y cultura. Sin olvidar sus impresionantes instalaciones, pegadas al mar. Es algo único. Solo he visto uno igual en Monterrey (California).