Las plataformas vecinales le plantan cara a las casas de apuestas en Galicia

Javier Becerra
Javier Becerra REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Protestas en Redondela contra la apertura de una casa de apuestas
Protestas en Redondela contra la apertura de una casa de apuestas

Vecinos de Vigo, Boiro, Redondela o A Coruña se echan a la calle contra la proliferación de este tipo de locales

05 nov 2019 . Actualizado a las 15:17 h.

En Redondela todos los lunes a las 18.00 horas se produce una concentración ciudadana. El punto de encuentro es la calle Ernestina Otero. Allí está previsto que se abra en una casa de apuestas. Sería la primera que operaría en la localidad como tal. Un grupo de vecinos se opone a ello se manera radical. Cada semana manda su mensaje públicamente. «Aquí non son ben recibidos», proclama Berto Cobelo, portavoz de esta plataforma ciudadana que tiene como fin impedir que dicho establecimiento abra sus puertas. «Sabemos que teñen o permiso da Xunta, pero hai un problema burocrático coa a obra e por iso está parada», dice.

Ese grupo de vecinos pretende evitar lo que ya es normal en muchas ciudades y pueblos gallegos: que este tipo de establecimientos formen parte del paisaje urbano, muchas veces pegados a colegios, parques infantiles o centros dedicados al ocio de los niños. «O sitio onde pretenden abrir aquí é o sitio de paso dos nenos para ir ao colexio, o conservatorio e o instituto. De feito, facemos ás protestas as seis da tarde con toda a intención, para que pais e nenos as vexan en tomen conciencia deste problema», señala.

Protestas en redondela contra la apertura de una casa de apuestas
Protestas en redondela contra la apertura de una casa de apuestas .

Esta iniciativa vecinal de Redondela recoge el testigo de la que se produjo en Vigo en abril de este año. Acaba de abrirse en el barrio de Navia, el más joven de la ciudad, una casa de apuestas. «En ese barrio más de la mitad de los vecinos tienen menos de 35 años. Está claro que la ubicación se escogió de manera muy intencionada», explica Ana Martínez, presidente de la Asociación de Vecinos Novo Vigo, que promovió las protestas. «La casa de apuestas está enfrente de la oficina del Inem, justo entre dos parques infantiles y a poca distancia del colegio, del instituto y de la secuela de arte dramático», detalla.

«Fuimos los primeros de dar la voz de alarma en la calle de lo que está ocurriendo en Galicia», reflexiona. «Nosotros no queremos casas de apuestas en nuestros barrios, pero si las hay que tengan un control de acceso que no existe. Nosotros vemos como los jóvenes entran y salen de ahí sin que ocurra nada», asegura.

En A Coruña las protestas no se centran una zona determinada. La plataforma Fóra as casas de apostas dos nosotros barrios se manifestó el pasado 6 de octubre. Lo hizo de manera simbólica en la plaza de Portugal, situada al lado del estadio de Riazor. Quedaron una hora antes de que empezase el Dépor-Almería para obtener la mayor visibilidad posible.

CONCENTRACIÓN EN A CORUÑA CONTRA LAS CASAS DE APUESTAS
CONCENTRACIÓN EN A CORUÑA CONTRA LAS CASAS DE APUESTAS Cabalar

«Sabemos que a mocidade entra nas casas de apostas», explica Antía García, portavoz de la plataforma. «Os nosos barrios están desprovistos de pavillóns e propostas de ocio afastadas do ocio consumista e, sen embargo, vemos a proliferación deste tipo de casas de apostas, nas proximidades dos centros educativos en nos barrios de extracción obreira». De lo primero pone el caso «do colexio Eusebio da Guarda, na praza de Pontevedra, que ten unha casa de aportas para que so fai falla pasar por un paso peonil». De lo segundo asegura que «Temos contabilizado nos barrios de O Ventorrillo e Agra do Orzán ao redor dun vinte destes locais. Sen embargo, no Ensanche e nas zonas do centro só hai oito».

PROTESTAS EN BOIRO
PROTESTAS EN BOIRO Ana Gerpe

En Boiro es Pedro Galbán uno de los promotores de las protestas. Resume la situación: «Hai un sitio de apostas por cada mil habitantes e un centro de saúde por cada 11.000». Asegura que «a xente se está arruinando» y que tiene a «compañeiros que gastan 200 o u 300 euros e logo quedan sen nada. Afecta sobre todo á xente de 16 a 30 anos con pouco poder adquisitivo que ven así un modo de ir tirando se hai sorte». Por eso pide «a prohibición deses espazos».