La empresa bilbaina de la que era imagen le dejó sin trabajo solo dos días después de que anunciase su enfermedad
13 nov 2019 . Actualizado a las 18:18 h.La empresa para la que trabajaba como imagen la exmiss vizcaína Inés Sainz ha rescindido su contrato solo dos días después de que ella anunciase que sufre cáncer de mama, según ella misma ha denunciado. «Es mucho lo que tengo que sacar adelante y con la comida de mi hijo no se juega, pero estoy en rollo 'paz y amor'. No me han pagado, se han quedado más anchos que largos y le he estado dando muchas vueltas, pero mi madre me educó como una señora y no diré la marca», aseguró.
A mediados de octubra Sainz anunciaba que estaba luchando contra un cáncer de mama. «Me he pasado la vida cuidando a la gente y ahora me toca cuidarme a mí», aseguraba. A pesar de reconocer que la situación nueva y difícil le había superado en un primer momento, confesó también que su sentido del humor había sido vital para afrontar la noticia. Al poco tiempo sabía que no tendría que someterse a quimioterapia, aunque sí a sesiones de radioterapia. «Me he librado», aseguraba en su cuenta de Instagram.
A pesar de que la empresaria estuvo tentada en un primer momento de publicar el nombre de la empresa, finalmente decidió no ahondar más en el tema. «Algunos clientes me abandonan por el hecho de tener cáncer, a pesar de ser ecológicos, veganos y superfeministas. Fue decirles que tenía cáncer de mama y rescindir el contrato. Todavía me deben una factura. Soy una señora y no voy a decir su nombre por no destrozar la reputación de una familia, pese a su falta de humanidad y a pesar de no cumplir absolutamente con nada de lo que vende».
Ahora, la exmiss se centra en cuidar su salud, pero está abierta a propuestas laborales y está estudiando la oferta de diferentes compañías para colaborar en el futuro. «Ahora estoy enfermita y no puedo trabajar porque estoy de baja, pero sigo planificando mi futuro profesional con posibles clientes. Uno superinteresante me ha hecho sentir normal y capacitada para poder sacar adelante todo lo que tengo que sacar adelante y les importa un comino mi cáncer. Es gente que cree en mi trabajo, en mi potencial y en mi profesionalidad», agradece.
Inés Sáinz agradece el apoyo de la gente en este momento tan duro de su vida. «Estoy feliz. Me mandáis un montón de fuerza y cariño. Que voy a salir más fuerte y guapa de esto».
La AECC denuncia la situación
Esta situación la conocen bien en la Asociación Española contra el Cáncer (AECC). «Con el tema de las bajas y los despidos hay un resquicio dentro de la ley que permite cierta flexibilidad para despedir a la gente —afirma Esther Díaz, portavoz de la (AECC)—. Nadie te va a decir que te echa porque tienes cáncer, pero es muy difícil de probar y, además, a la empresa se le permite en ciertos casos despedir por ausencias continuadas». La experta recuerda que los pacientes de cáncer precisan una baja continuada, de aproximadamente un año. «Pero después te incorporas y tienes que ir a revisiones, o puede que tengas una recaída o una enfermedad de estas oportunistas provocada por los tratamientos», afirma. Además, muchos familiares tienen que ausentarse también para acompañar en el tratamiento al enfermo. Y se gastan sus días libres y sus vacaciones en eso, «pero a veces no llega».
Por eso, desde la asociación consideran que es urgente poner sobre la mesa la vulnerabilidad de los pacientes con cáncer, y definir cuanto antes un Plan Integral de Protección a la Familia con Cáncer, «porque esta enfermedad es un problema sociosanitario que no solo afecta a una persona, sino a toda la familia. Y no solo es un tema médico, sino que implica también el ámbito emocional, psicologico, laboral, económico, social...».
Desde la AECC, además, consideran que se deben revisar los protocolos de todos los médicos evaluadores, para que se adapten a la realidad y a la especificidad de la enfermedad. «En el caso de la evaluación de las discapacidades, por ejemplo,los protocolos no están actualizados. Una persona con un cancer gástrico, por ejemplo, puede parecer normal, pero si no tiene estómago, o tiene la mitad, necesita tener una serie de horarios específicos de comida y tiene una calidad de vida bastante limitada». Aseguran que «se tiene que reconocer cierto grado de incapacidad para que puedas reinsertarte en la sociedad con todas las garantías posibles».
10.000 parados
Las bajas y despidos de los trabajadores con cáncer son un gran problema, pero la situación es aún peor en el caso de los parados. En España, según la AECC, hay 10.000 personas en paro tienen cáncer. Y tienen que hacer frente a los gastos derivados de la enfermedad, que están entre 150 y 300 euros. «Si tienes un subsidio de 500 euros, ¿qué te queda para vivir? Aunque del tratamiento se encargue la Seguridad Social —asegura Díaz— vas a necesitar un tratamiento coayudante, que puede incluir protectores de estómago, analgésicos, cremas para cuando recibes la radioterapia... y todo eso está sometido a copago. Si además necesitas dispositivos especiales para que te mida la glucosa o lo que sea, ¿cómo haces? Y si tienes un hijo ya olvídate».