Sanidad financiará un segundo fármaco para dejar de fumar a partir del 1 de enero

redacción LA VOZ

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Incorporará con esta indicación al bupropión, un medicamento que actúa sobre las estructuras cerebrales donde se produce la adicción y que hasta ahora se prescribía como antidepresivo

15 nov 2019 . Actualizado a las 09:16 h.

La ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, ha anunciado que desde el próximo 1 de enero el Sistema Nacional de Salud comenzará a financiar bupropion para dejar de fumar, que se sumará a la vareniclina (de marca comercial, Champix) en las prestaciones de la sanidad pública para combatir el tabaquismo.

Así lo avanzó Carcedo tras reunirse en la tarde de este jueves con el presidente del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo, Andrés Zamorano, momento que ha aprovechado para recordar que estos medicamentos pueden beneficiar a alrededor de 83.800 personas con un impacto presupuestario estimado de 7,9 millones de euros el primer año.

Ambos fármacos se incluirán en la prestación farmacéutica, tras el acuerdo alcanzado en la Comisión Interministerial de Precios y la resolución del Ministerio, explicó Carcedo, quien ha insistido en que cada año se contabilizan una media de 51.870 muertes prematuras atribuibles al tabaco.

El tabaquismo «es un problema de salud pública y supone la principal causa de enfermedad y de muerte prematura evitable en España», dijo la ministra, quien ha reclamado el «cumplimiento estricto» de las leyes vigentes antitabaco.

Carcedo ha detallado que el coste diario del tratamiento será de unos 2,19 euros por persona en el caso de la vareniclina y de 0,66 euros en el del bupropion, con lo que una persona con una aportación farmacéutica del 40 % aportaría 0,87 euros al día con el primer fármaco y 0,26 con el segundo.

El tratamiento se prologa durante 12 semanas y la prescripción se efectúa por un mes, tras el que se valora su efectividad antes de emitir la siguiente receta.

Será en la atención primaria donde se defina qué profesionales médicos se van a encargar de esta prestación que la sanidad pública financiará una vez al año bajo receta electrónica a pacientes que estén incluidos en algún programa de apoyo individual o grupal y cumplan los criterios establecidos.

Estos son: tener motivación expresa de dejar de fumar constatable con al menos un intento en el último año, fumar diez o más cigarrillos al día y tener un alto nivel de dependencia.

Zamorano, que ha calificado de «hito histórico» la incorporación de estos dos fármacos al Sistema Nacional de Salud, ha precisado que el bupropion ya era financiado por la sanidad pública con «un nombre comercial que tiene una indicación de depresión mayor». De hecho se trata de un antidepresivo, aunque para el caso de los fumadores actúa sobre las estructuras cerebrales donde se produce la adicción, consiguiendo reducir los síntomas del síndrome de abstinencia y el deseo de fumar. Fue el primer fármaco para dejar de fumar que no contiene nicotina.

«Lo sacaron para dejar de fumar, luego vieron que era también efectivo para la depresión y lo dejaron con indicación en ficha técnica para esto», insistió el presidente del CNPT, al detallar que los médicos no pueden prescribir fármacos para algo diferente a lo que ponga en su ficha técnica.

Ha señalado que, aunque su eficacia está probada, «su mecanismo de acción es más desconocido» que el de la vareniclina, aunque «parece que produce algún aumento de alguna sustancias cerebrales que hacen que disminuya el denominado efecto recompensa y las ganas de fumar».

Sobre la vareniclina, Zamorano ha manifestado que es fármaco que bloquea los receptores que tiene el cerebro para la nicotina y actúa de dos formas: cuando se fuma, la primera semana de tratamiento (en la que está permitido) disminuye el efecto recompensa, y «a la vez, al unirse a los receptores reduce el síndrome de abstinencia».

Ha dicho también que sus tasas de éxito, cifradas en un 35 % de abandono, son muy similares, mientras que la secretaria del Comité, Leyre Gaztelurrutia, ha explicado que el bupropion tiene más contra indicaciones que la vareniclina, que «es un fármaco mas amable».

Por otra parte, la ministra ha señalado que durante el encuentro con el Comité se ha analizado la capacidad de actuación ante los anuncios de «vapeadores» y ha manifestado que «la publicidad sobre productos del tabaco está contemplada en la ley del 2005, por lo que habría que modificar las normas para regular el consumo de estos productos en el ámbito público».