El aumento de la demanda asiática para usarlos como afrodisíaco está alentando el contrabando
21 nov 2019 . Actualizado a las 08:48 h.Son una de las especies más bellas y mágicas de los fondos marinos, y también una de las más amenazadas. En los últimos años, el contrabando de caballitos de mar ha crecido de forma alarmante, según ha denunciado un informe científico publicado en la revista especializada Marine Policy, que revela que esta práctica no cesa pese a las distintas regulaciones que prohíben la compraventa. Por culpa de esta situación, muchas de las especies de Hippocampus van camino de la extinción por la obsesión acerca de sus supuestas propiedades afrodisíacas y reveladoras de la potencia sexual.
En los últimos años se han decomisado en distintos puntos de España cientos de ejemplares de este grupo de peces en redes de tráfico ilegal, un negocio muy atractivo ya que un kilo de ejemplares secados se puede vender entre 500 y 2.500 euros, en función de su estado y tamaño.
Los destinatarios de este contrabando no son solo coleccionistas, que los hay, sino compradores de países asiáticos en el 90 % de los casos, ya que en la medicina tradicional china atribuye a los caballitos históricamente propiedades afrodisíacas. Una vez secados, los reducen a polvo para utilizarlos para este fin.
De hecho, se calcula que la demanda interna solo en China alcanza las 600 toneladas y el negocio maneja unos 1.600 millones de euros.
En cuanto a legislación, la Convención de las Naciones Unidas sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) limita las exportaciones de caballitos a aquellos países cuya captura es sostenible y se lleva a cabo dentro de los marcos legales. De hecho, esta especia fue el primer pez marino para el que se creó una regulación, principalmente gracias al trabajo realizado por el equipo Project Seahorse del Instituto de Océanos y Pesca de la UBC.
Los expertos apuntan también los problemáticos métodos de pesca como una de de las principales causas del motor de este tráfico. «La mayoría de caballitos de mar se captura accidentalmente en las redes de arrastre y otros métodos de pesca no selectivos. Una pesca indiscriminada como ésta captura como mínimo 37 millones de caballitos de mar al año, un número enorme que puede fácilmente entrar en el tráfico», aseguran.