El Sergas enviará un dispositivo a casa para hacer el cribado de cáncer de cérvix
En diciembre empezará un plan piloto dirigido a las mujeres de entre 35 y 65 años, más de 600.000 gallegas
Redactora
Comenzará con un programa piloto en una de las áreas sanitarias del Sergas y lo hará en unos días, en el mes de diciembre. La Consellería de Sanidade pondrá en marcha el tercer cribado de cáncer de la comunidad, el de cérvix, que se suma así a los dos existentes de mama y colon. Es la segunda autonomía en implantar este sistema de detección precoz de tumores, detrás del País Vasco.
El cribado se realizará entre mujeres de entre 35 y 65 años de edad, ya que es en esa edad cuando se detecta el mayor riesgo de cáncer de cuello de útero. La diferencia entre un cribado y una detección oportunista -como se hacía hasta ahora- es la forma de contactar con la población. Hasta ahora, si una mujer de entre 25 y 65 años acudía a la consulta del médico, este le recordaba la importancia de hacerse una citología cada tres años. A partir de ahora será el Sergas quien de forma activa se ponga en contacto con las mujeres gallegas que tienen entre 35 y 65 años. Lo hará por carta, a través de los datos de los que dispone por la tarjeta sanitaria, como ocurre con la mama y el colon.
¿Y en qué consistirá la prueba? No será una citología, como ahora, sino un test para detectar virus del papiloma humano de alto riesgo (VPH-AR). Y para probarlo la Consellería de Sanidade va a experimentar tres procedimientos diferentes, con el fin de ver cuál obtiene mejores resultados. En el área sanitaria elegida se seleccionarán tres grupos de población femenina de entre 35 y 65 años. Al primero se le enviará la carta para que acuda a su centro de salud, en donde el personal sanitario hará la prueba; a un segundo grupo se le mandará directamente un kit a casa para que recoja la muestra en su hogar. Se trata de un pequeño dispositivo que se introduce en la vagina, igual que un tampón, se gira para recoger fluido vaginal y se retira. Finalmente al último grupo se le dará la opción de elegir, o acudir al centro sanitario o hacerse la prueba en su casa.
¿Y qué ocurrirá con aquellas mujeres que tengan un resultado positivo en virus de alto riesgo? Si se han hecho la prueba en el centro sanitario ya no es preciso que acudan para una citología, porque la muestra tomada es suficiente; mientras que si utilizaron el kit enviado deben acudir al centro de salud para una citología. Si esta es negativa se repetirá el test al año siguiente, y si es positiva se hará una confirmación diagnóstica con colposcopia y biopsia si es necesario. Aquellas mujeres que tengan un resultado negativo volverán a ser llamadas para el cribado cada cinco años.
Isabel Rey, jefa de servicio en el Sergas, señala que el objetivo de utilizar los dos modelos es averiguar «cómo alcanzamos más cobertura, ver qué es lo que funciona mejor, y sobre todo ver cómo se sienten más cómodas las mujeres». El Sergas desconoce aún cuánto durará el programa piloto y en qué fechas concretas se ampliará al resto de áreas sanitarias. En el mes de abril el Ministerio de Sanidad publicó una orden para implantar este programa en un plazo de cinco años y lograr una cobertura del 100 % en diez. No obstante la Xunta ya había anunciado la intención de ponerlo en marcha, y es muy probable que se generalice en un período de tiempo más corto.
Más de 600.000 mujeres
El Instituto Galego de Estatística recoge que hay más de 600.000 mujeres de entre 35 y 65 años en la comunidad. Es a esta población diana a la que se dirige el cribado poblacional que arranca en diciembre.
Un 10 % nunca ha acudido
Según los datos de la Encuesta Nacional de Salud, en torno a un 10 % de las mujeres en edad de este cribado nunca se han hecho una citología, una cifra que sube al 12 % en el tramo de 55 a 64. En el 2017 fallecieron 680 mujeres en España por cáncer de cuello de útero y otras 1.578 por tumores malignos de otras partes del útero. Además de la detección precoz, este cáncer es uno de los pocos que cuenta con una vacuna muy efectiva contra el virus del papiloma que lo provoca, y que está incluida en el calendario de vacunación infantil.
Las pruebas de mama y colon detectaron 10.500 tumores
A nadie le sorprende ya al cumplir los 50 años recibir una carta en la que el Sergas invita a participar en las pruebas de cribado de mama y colon en el caso de las mujeres, y únicamente de colon en el de los hombres.
Los cribados poblacionales llevan muchos años en Galicia. Arrancó el de mama en el 92 y desde entonces se han hecho más de 2,6 millones de mamografías a las mujeres de entre 50 y 69 años. Desde hace más de un decenio la tasa de participación supera el 80 %, por encima del 75 % que marcan las guías europeas de cribado. La tasa de detección es de 3,6 casos por mil mujeres exploradas, lo que implica que a lo largo de estos 26 años se identificaron con esta prueba más de 9.600 cánceres en fase presintomática. De ellos, el 93 % estaban en un estadio bajo y el 65 % no tenían afectación de ganglios.
Este es precisamente el objetivo de un cribado, detectar un tumor en una fase muy temprana, cuando las posibilidades de supervivencia y tratamiento son más elevadas. Un estudio elaborado por el Sergas sobre este cribado refleja que en los grupos en los que la participación es alta el riesgo de morir por cáncer de mama se redujo casi en un 30 %.
El de colon evita el cáncer
El cribado de mama detecta de forma precoz el cáncer. El de colon es si cabe incluso más efectivo porque lo evita, ya que permite extirpar lesiones premalignas que evolucionarían en tumor. Arrancó en el 2013 y la implantación en las siete áreas sanitarias no llegó hasta el 2017. Se realiza con una prueba de sangre oculta en heces en el propio domicilio, y en aquellos casos en los que aparece un positivo hay que hacer una colonoscopia. Desde que empezó se realizaron 300.000 pruebas y unas 13.000 colonoscopias, detectando 860 cánceres colorrectales. Entre los dos cribados más de 10.500 gallegos descubrieron que tenían un tumor, la mayoría en estadios muy iniciales.
¿Y el de pulmón?
El cáncer de pulmón no es el más frecuente pero sí el que más mata, más de 22.000 personas en un año en España. Se suele diagnosticar en estadios avanzados, y la puesta en marcha de un cribado poblacional siempre ha estado salpicada de dudas sobre si los falsos positivos, el sobrediagnóstico o la radiación -se haría con una tomografía computarizada a bajas dosis- compensan su implantación. No obstante, actualmente los neumólogos insisten en la importancia de hacerlo y elegir como población diana a personas con hábitos tabáquicos elevados a partir de cierta edad.