El Fiat 128 se llevó los honores de mejor vehículo seguido por el autobianchi A 112. La tercera posición fue para el Renault 12
16 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Según todos los periodistas que formaban parte del jurado en 1970, el Coche del Año Europeo 69 fue sin ningún tipo de duda para el utilitario italiano Fiat 128. El Autobianchi, producido por la filial de Fiat, ocupaba la segunda posición mientras que la tercera recaía para el ahora archiconocido Renault 12. Este galardón europeo, creado por primera vez en 1964, premiaba a aquellos vehículos que destacaban por alguna cualidad tecnológica o contar con soluciones innovadoras.
En este caso triunfó la sencillez frente al lujo, la utilidad frente al capricho, eran coches nacidos para ser prácticos y asequibles y desde luego lo consiguieron. Contaban con un equipamiento interior parco en instrumentos. El plástico y el vinilo surgían como materiales estrella. Incluso tener guantera con tapa era casi un lujo. Por supuesto la radio era opcional. Esto era a grandes rasgos lo que ofrecían cualquiera de los tres finalistas. Si hablamos de ayudas a la conducción, el panorama no era mucho más dilatado, mas bien se podría hablar de auxilios en caso de pinchazo, ya que el gato era la mejor asistencia que podría tener un conductor que tuviese que cambiar la rueda. Hoy nos parece ridículo pero en aquel año, muchos conductores no echarían casi nada en falta. Los tres se adaptaron perfectamente a una clase media, ya asentada y que demandaba cada vez más variedad de productos, pero sobre todo asequibles a su bolsillo.
1969 era un momento dulce dentro del panorama automovilístico. En España, mientras Seat fabricaba la unidad un millón de su 1430, Citroën presentaba una carrocería de plástico denominada Mehari, una especie de vehículo hippy playero que sorprendía por su simplicidad. Ese mismo año, el salón del automóvil de Barcelona supuso un gran escaparate donde Barreiros, Renault y Citroën se convirtieron en las marcas más visitadas de la cita, con una repercusión amplia en todos los medios de comunicación como el NODO, donde todavía seguía siendo una referencia.
Un año donde la publicidad de automóviles se basaba en conceptos como la dureza y solidez en los caminos, la fiabilidad en todas las condiciones, o la fortaleza de las suspensiones; valores en referencia a unas infraestructuras españolas con firmes de dudosa calidad, donde pinchar dos veces al año era algo más que normal.
Con una retribución media por trabajador de poco más de 70.000 pesetas al año, el español podía acceder, en aquel mismo año a la compra del recién presentado Simca 1.200. Costaba 156.000 pesetas y suponía una inversión asequible para muchos bolsillos. En otros ámbitos como en el cine se estrena la película Un trabajo en Italia, donde la huida con tres minis por las calles de Milán se consagró como una de las escenas cinematográficas más icónicas del séptimo arte, con las consiguiente subida en ventas del pequeño y ágil coche inglés fabricado en Pamplona desde 1967.
Carácter deportivo
Volviendo a nuestros tres finalistas, El Fiat 128 de 4 puertas, ganador del concurso, nunca se comercializó en España. Sí lo hizo, años más tarde, una versión de tres puertas de carácter deportivo. En cuanto al A112 pasó algo parecido, a nuestro país llegaron versiones posteriores mejoradas. En 1982 todavía se comercializaba pero ya bajo el escudo Lancia.
Solo el Renault 12 se vendió en España su presentación en 1969. Fabricado en Valladolid, fue un coche amplio, cómodo, con buena aceleración además de contar con diversas innovaciones como la guantera con luz, los asientos mullidos o, en versiones posteriores, el doble faro. El Renault 12 llegó para ocupar un lugar en los superventas del momento. Producido 14 años en nuestro país. El éxito fue tan grande que en algunos países, como en Rumanía, se mantuvo su producción hasta el año 2004 bajo la marca Dacia, con licencia Renault.