El proceso de selección del jurado ha concluido, aunque todavía falta determinar cuáles serán las personas que quedarán en la reserva por si alguno de los 12 integrantes se diera de baja durante el juicio
18 ene 2020 . Actualizado a las 12:02 h.Cinco mujeres y siete hombres se sentarán en la sala a partir del 22 de enero para determinar la inocencia o culpabilidad del productor de cine Harvey Weinstein, acusado de cinco delitos sexuales. La selección de los doce miembros finalizó ayer tras dos días de interrogatorios por parte de la Fiscalía y la defensa en un tribunal de Nueva York. Sin embargo, el proceso de selección no ha concluido ya que todavía queda pendiente de determinar cuáles serán a las personas que quedarán en la reserva por si alguno de los 12 miembros se diera de baja durante el juicio, que está previsto que se prolongue durante siete semanas. De momento, ya ha reclutado a tres de los seis suplentes. Así, a partir del próximo miércoles las personas finalmente elegidas comenzarán a evaluar las pruebas presentadas por la defensa y la Fiscalía y escuchar los testimonios de las personas convocadas por ambas partes.
Después de una primera fase de preselección, en la que cientos de candidatos fueron descartados, la mayoría tras asegurar que no se sentía capaz de ser imparcial, doscientas personas comenzaron a ser interrogadas el pasado jueves por los abogados y los fiscales para configurar el panel definitivo. Durante estos dos días de selección fueron muchas las preguntas que se escucharon en la sala, por ejemplo, si alguno de los presentes podía tener relaciones sexuales consensuadas con alguien del trabajo con el único fin de mejorar su posición o si alguno había recibido educación especial sobre agresiones sexuales. La defensora de Weinstein, Donna Rotunno también se interesó sobre si alguien daría más credibilidad a a las mujeres por el hecho de serlo.
El juez, James Burke, explicó a los aspirantes que el juicio no es un referéndum sobre el movimiento #Metoo, el acoso sexual o los derechos de las mujeres, por lo que sus decisiones deberán responder a las evidencias que les serán presentadas, una cuestión sobre la que ya se ha insistido en numerosas ocasiones.
Todavía queda pendiente de resolver es donde se desarrollara el juicio, ya que la defensa solicitó en varias ocasiones llevarlo fuera de Nueva York para evitar «el circo mediático» en el que se ha convertido, según los abogados. La defensa sostiene que en Nueva York los miembros del jurado se verán más expuestos a la presión mediática, lo que podría afectar a su imparcialidad, y que en otra localidad más alejada la cobertura sería menor. Sin embargo, la Fiscalía ya ha mostrado su rechazo a esta propuesta , y sostiene que las condiciones de Nueva York son las mismas que podrían darse en Albany o Suffolk, donde se planteado trasladarlo. Antes del miércoles habrá una decisión al respecto.