Lu, ganadora de «MasterChef Junior»: «Antes de presentarme al casting ya tenía pensado el menú de la final»

beatriz pallas REDACCIÓN / LA VOZ

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La vencedora de la final más reñida del concurso, empezó a cocinar con su abuela a los siete años y asegura que los padres deben «dar confianza» a los niños frente a los fogones

28 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde los primeros cocinados, Lu Pérez se convirtió en una de las concursantes favoritas para ganar la séptima edición de MasterChef Junior. El pasado viernes hizo ese sueño realidad. El jurado y el chef Martín Berasategui apostaron por esta barcelonesa de 11 años, seria y aplicada como una profesional, en una de las finales más reñidas del programa. En ella destacó con un menú que reinterpretaba platos de su tierra compuesto por galets de mar con crema roja de carabineros y esferas de queso payoyo; bacalao confitado sobre alioli de ajo negro con un espagueti de tinta de calamar y, de postre, crema de vainilla con bizcocho de regaliz, helado de praliné de avellanas, azúcar moscovado y un toque de crunchy de caramelo. Ayer, con su trofeo en la mano, aseguraba sentirse «superguay». «Haber ganado MasterChef es increíble», reconoce.

-¿Fue difícil mantener en secreto que tú eras la ganadora de «MasterChef Junior»?

-Es muy difícil, porque son tantas emociones que se lo quería contar a mis amigos.

-¿Qué supuso descubrir cómo es «MasterChef» desde dentro?

-Fue superguay, aunque había muchísimas cámaras. No me lo esperaba así. Fue una experiencia que nunca voy a olvidar.

-Tu compañero Albert dijo en algún momento que «MasterChef» le aburría. Parece que se le hacía un poco largo a veces...

-A mí no se me hacía largo. Albert a veces estaba ahí de catador oficial y removiendo cosas en la prueba de exteriores y creo que es eso lo que lo cansaba. Pero luego en la repesca quería volver.

-Trabajadora, organizada, humilde, buena compañera. El jurado te puso por las nubes. ¿Eres igual fuera de la cocina?

-Sí, soy muy trabajadora, la verdad.

-Estuviste muy tranquila durante todo el programa, pero en la final se notaron los nervios.

-En la final te lo juegas todo. Solo te queda un cocinado para ser vencedora y estás a un paso de ganar. Creo que las dos estuvimos bastante nerviosas, pero yo más.

-María fue una rival dura.

-María cocina y se organiza superbién y desde el principio la veía como ganadora. Y ha quedado segunda, que es muchísimo.

-Fue una de las finales mejores y más reñidas, según los jueces. Es para estar orgullosa.

-La final estuvo muy igualada y durante el cocinado pensaba que iba a ganar ella, porque la veía muy concentrada. María apuntaba a ganar.

-¿Qué has aprendido en «MasterChef»?

-Aprendí qué es la alta cocina. Siempre veía por la tele a Jordi cocinando, pero nunca lo había probado. Desde que entré en MasterChef he tenido la oportunidad de practicarlo.

-¿Qué ha sido lo mejor de esta experiencia?

-Lo mejor ha sido el compañerismo que me llevo, porque a esas personas no las habría conocido en mi vida. Y también la cocina, conocer a famosos,... Ha sido todo superguay.

-¿Cuantos años tenías cuando viste «MasterChef» por primera vez?

-Unos seis o siete, por ahí. Desde muy pequeñita lo veía, me encantaba y siempre quería apuntarme al casting. Al final lo hice, me cogieron y ahora estoy supercontenta.

-¿Tuviste que pedirle muchas veces a tus padres que te apuntaran?

-Primero lo intentó mi hermana, pero finalmente no la cogieron. Después yo siempre tuve ganas de apuntarme también y al final lo conseguí, pero jamás pensé que iba a llegar tan lejos, porque es superdifícil entrar en MasterChef. No te lo esperas.

-¿A qué edad tuviste permiso para coger cuchillos y acercarte al fuego en casa?

-Cocino desde los siete años. Un día fui a casa de mi abuela, la vi preparando una paella y me interesó mucho lo que estaba haciendo. Desde ese día empecé a notar que me gustaba de verdad.

-¿Crees que los padres deberían dejar que sus hijos experimenten más en la cocina?

-Creo que sí, porque hay padres que tienen miedo a que los niños se corten, pero a lo mejor tienen que dar un poco de confianza, que no pasa nada. A mí siempre me han dejado, porque desde que empecé con mi abuela ya vieron que me gustaba realmente.

-¿Cuál es el plato que mejor preparas?

-Antes de entrar en MasterChef me gustaba mucho el coulant de chocolate, pero ahora que ya sé todo lo de la vanguardia, tal vez sea el plato que hice con mi abuela cuando vino al plató [merluza en salsa verde de la yaya Manoli], con algo de esferificaciones y esas cosas.

-¿Cuánto tiempo de preparación hay detrás del menú de la final?

-Cuando me cogieron en la primera prueba del programa, ya lo practiqué al día siguiente con unos culinarios en el plató. Pero ya desde antes de apuntarme al casting iba pensando cuál sería el menú perfecto para la final por si llegaba, aunque entonces pensaba que sería casi imposible. Pero llegué y mira, aquí estoy.

-¿Y después de «MasterChef» que esperas hacer?

-Ahora tengo muchas ganas de ir al curso del Basque Culinary Center, porque voy a aprender un montón y creo que me lo voy a pasar muy bien. Voy con muchas ganas.

-¿Y de mayor?

-Por mí, trabajaría de médico, pero tendría como hobby la cocina, que es lo que me gusta. Me encantaría intentarlo.