Miedo en Sanxenxo ante el éxodo procedente de Madrid en busca de refugio
SOCIEDAD
Varios alcaldes piden a los visitantes que permanezcan en sus residencias, mientras varios hoteles de Ribadeo, Foz y San Cibrao han cerrado puertas
14 mar 2020 . Actualizado a las 13:43 h.La inesperada llegada de personas procedentes del interior de España, sobre todo de Madrid, sorprendió estos días a vecinos de localidades turísticas en Galicia como Sanxenxo, en Pontevedra; Laxe, en A Coruña; y Foz, en Lugo, entre otras. La afluencia de residentes en Madrid es frecuente en Sanxenxo, capital turística de las Rías Baixas, pero lo es en temporada estival o en períodos vacacionales como Semana Santa, por lo que en esta ocasión se atribuye a personas que escapan de la pandemia en la capital. Los vecinos señalan que se trata sobre todo de familias que tienen aquí su segunda residencia y que aprovechan que Galicia, al menos por ahora, tiene menos problemas de coronavirus para intentar esquivar el contagio.
Sin embargo, la afluencia repentina de tantas personas a Sanxenxo ha causado conmoción en el municipio. El hecho de que en algunos supermercados se hayan vaciado estanterías ha incrementado la sensación de malestar entre los residentes de todo el año, que atribuyen esta circunstancia a la llegada masiva de foráneos. Y, por primera vez en quizás décadas, en Sanxenxo los visitantes del interior de la Península no son bienvenidos para muchos vecinos.
«Tranquilidade»
Las cosas han llegado a un punto en que el Concello se ha visto obligado a reaccionar. La alcaldesa accidental, la popular María Deza, explicó que el Ayuntamiento ha adoptado medidas como el cierre de todas las instalaciones donde pudiese haber aglomeraciones. Deza precisó su comprensión con las personas que vienen de fuera buscando refugio. «O medo é libre e a xente obviamente vendo o que está sucedendo en moitas comunidades autónomas está asustada», asegura al tiempo que pide «tranquilidade» a los vecinos y a los visitantes. Algunos lugareños ven incomprensible que se tomen medidas de contención mientras el municipio sigue recibiendo personas de áreas afectadas, al tratarse de un potencial foco de transmisión del coronavirus. En ese sentido, el gobierno local «insta a los visitantes que estos días se encuentran en el municipio a permanecer en sus viviendas y hoteles y que solo salgan en caso de necesidad y tomando todas las medidas preventivas». Nota similar distribuyó la alcaldía de Foz.
Cierre de hoteles en A Mariña
También la llegada de más foráneos de lo habitual en estas fechas a la zona de A Mariña se ha dejado sentir en concellos como el de Foz, donde desde principios de semana es fácil comprobar en supermercados un repunte importante de la clientela, aún siendo temporada baja. En los lineales se percibe una gran demanda de productos de primera necesidad, como huevos, aceite, leche, legumbres y agua, una situación que ha obligado a reponer mercancía varias veces al día en algunas superficies comerciales. No obstante, algunos hosteleros del municipio focense, donde se registró el primer caso de coronavirus de la provincia, aseguran que no han notado ese incremento de clientes. En poblaciones como Foz, Ribadeo y San Cibrao ya han cerrado o anunciado el cierre temporal de sus negocios algunos comerciantes y también hosteleros, estos incluso horas antes de que este viernes la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería e Turismo de Lugo (Apehl) aconsejara esta medida preventiva. Sin salir de la comarca es fácil ver bazares chinos con el cartel «Cerrado por vacaciones».
Quejas en Fisterra y Laxe
Numerosos vecinos de la Costa da Morte han trasladado a los alcaldes de sus municipios su malestar por la presencia de turistas, en su mayoría madrileños, quienes, aprovechando, en la mayoría de los casos, que pueden teletrabajar desde casa, han optado por desplazarse a su segunda vivienda en la zona, pese a la grave alerta sanitaria decretada. Los vecinos temen que el incumplimiento de los protocolos sanitarios conlleve la expansión del virus en una comarca en la que la incidencia está siendo casi inexistente. Las quejas vecinales han sido más relevantes en Fisterra y Laxe, donde hay una bolsa importante de segundas viviendas, que habitualmente solo están ocupadas durante el verano.
El alcalde de O Grove pide sentido común a los turistas
El regidor de O Grove quiso hacer ayer un llamamiento a la calma y a la responsabilidad individual y colectiva ante la llegada masiva de residentes madrileños al municipio arousano. Un fenómeno que ha suscitado una notable alarma. José Cacabelos argumenta que es necesario respetar la libertad de movimiento de los ciudadanos, aunque les pide que adopten «las mismas medidas de prevención que debían tomar en Madrid». Es decir, si allí debían guardar cuarentena, lo mismo tendrían que hacer aquí, «puesto que pueden ser un vector de expansión del virus». El alcalde grovense explica que los visitantes, con residencia o no en tierras mecas, siempre son bien recibidos, y que O Grove no le cerrará la puerta a nadie. «Deben atender las recomendaciones sanitarias», eso sí.
Atascos de Madrid a Andalucía
El vicepresidente de la Junta de Andalucía, Juan Marín, ha pedido a los desplazados de Madrid, como pueden ser estudiantes o gente que tiene vivienda en la comunidad andaluza, que se queden en casa para ayudar a contener el contagio por coronavirus. Las carreteras madrileñas registraban cuatro kilómetros de atascos a las 14.45 horas de ayer en la A-4, carretera de Andalucía, sentido Córdoba, y otros dos kilómetros en la M-40 hacia la A-3, autovía de Valencia, según la Dirección General de Tráfico.
Preocupación en Valencia
El presidente valenciano, Ximo Puig, ha reconocido la «preocupación» por el desplazamiento de personas de otras comunidades, en especial desde Madrid, y las consecuencias que estos movimientos puedan tener en la propagación del virus. Ha insistido en que todos «cumplan con lo que dicen las autoridades sanitarias»: «No tienen que moverse». Además, siete cruceros y 11.500 pasajeros se quedarán sin atracar en Valencia durante las próximas dos semanas, después de que el Gobierno central haya prohibido la entrada de buques de pasaje.
Murcia, confinamiento en la zona costera
El Gobierno de la Región de Murcia ha decretado el confinamiento en toda la zona costera de la comunidad, en la que no habrá libertad de movimiento y se cerrarán todos los negocios a excepción de alimentarios y farmacéuticos.
El presidente Fernando López Miras ha dicho que se ha visto obligado a adoptarla por la «irresponsabilidad» del gran número de personas procedentes de la Comunidad de Madrid que se han tomado la cuarentena como unas «vacaciones».