Regístrate gratis y recibe en tu correo las principales noticias del día

Baltasar Garzón, ingresado por insuficiencia respiratoria y a la espera de la prueba del COVID-19

La Voz REDACCIÓN

SOCIEDAD

Mehdi Chebil | Europa Press

Está ingresado en la clínica Ruber, donde también está aislada la vicepresidenta Carmen Calvo

24 mar 2020 . Actualizado a las 20:00 h.

El jurista y exmagistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón ha tenido que ser ingresado en la clínica Ruber de Madrid después de presentar un cuadro de insuficiencia respiratoria y tras tener durante varios días fiebre. Fuentes del entorno del exjuez señalan a Europa Press que se le han realizado las pruebas para conocer si ha sido contagiodo por el coronavirus, pero aún no se dispone de los resultados.

Según adelantaba El Mundo, Garzón ha ingresado en esta clínica madrileña tras permanecer durante cinco días en su domicilio con fiebre. Ahora, a la espera de un diagnóstico exhaustivo el cuadro que presenta es el de insuficiencia respiratoria.

La agencia de comunicación Tres Comunicación, vinculada al exjuez, confirmó a Efe su ingreso: «Por ser síntomas parecidos a los que provoca el Covid-19, se le ha aplicado el protocolo pertinente. Aún está a la espera de diagnóstico. Se encuentra bien, aunque cansado», señaló la agencia en una breve nota de prensa. «La familia quiere agradecer el interés de todos quienes están preguntando por su salud», concluye.

Garzón fue el titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, donde ejerció casi 22 años, de 1988 hasta el 14 de mayo de 2010. En 2012 fue inhabilitado por el Tribunal Supremo durante once años por un delito de prevaricación en concurso con otro contra las garantías constitucionales por intervenir las comunicaciones de los cabecillas de la trama Gürtel con sus abogados en prisión. En sus años en la Audiencia Nacional centró su labor en la lucha contra la banda terrorista ETA, fue notoria su persecución del narcotráfico gallego, investigó el terrorismo de Estado de los GAL y se granjeó la fama internacional al ordenar la detención del dictador chileno Augusto Pinochet. A lo largo de su carrera profesional también pasó fugazmente por la política -independiente por el PSOE- y tras su inhabilitación ha sido asesor del Tribunal Penal Internacional de La Haya y ha llevado la defensa del fundador de Wikileaks Julian Assange.