Paraliza los trabajos no indispensables desde el lunes hasta el 9 de abril para reducir la movilidad y frenar los contagios
29 mar 2020 . Actualizado a las 09:14 h.El Gobierno ha decidido endurecer las medidas para luchar contra el coronavirus y este domingo aprobará en un Consejo de Ministros extraordinario que «todos los trabajadores de actividades no esenciales deberán quedarse en casa durante dos semanas como lo hacen el fin de semana». Así lo anunció este sábado Pedro Sánchez en una rueda de prensa por videoconferencia, la tercera en sábado después de aprobarse el pasado día 14 el decreto del estado de alarma, que a su vez fue prorrogado esta semana.
permiso retribuido
Del 30 de marzo al 9 de abril. La medida de paralizar todas las actividades no esenciales conlleva lo que el presidente denominó «permiso retribuido» a los trabajadores desde el lunes 30 de marzo hasta el jueves 9 de abril, ambos inclusive. Después, explicó, los empleados recuperarán esas horas hasta final de año. «Es el mayor ejercicio de solidaridad de nuestra historia», afirmó. Ahora bien, expertos laboralistas aseguran que lo que Sánchez llamó permiso retribuido recuperable, es en realidad una distribución irregular de la jornada o bolsa de horas.
objetivo
Reducir la movilidad para frenar la transmisión de la pandemia. La estrategia puede ser muy efectiva cuando los expertos la aconsejan, dijo Sánchez, y añadió que confía «en que estas medidas se noten y que menos personas se infecten y que nuestros sanitarios dispongan de más recursos». «Hay que cortar de manera agresiva los contagios y el número de hospitalizados», insistió. Para ello se busca reducir la movilidad. «Necesitamos dar ese pequeño paso más de reducir la movilidad a la que tenemos en fin de semana». Se mostró convencido de que «los ciudadanos están preparados para asumir esas medidas tan duras estas dos semanas que quedan del estado de alarma». Citó el presidente que en estas dos semanas es fundamental volcarse con Madrid, la comunidad con una situación más crítica en cuanto al número de contagiados, fallecidos e ingresados graves en ucis.
alternativas
Permiso o cierre. En otro momento insufló ánimo. «Un día más es un día menos para volver a abrazarnos y disfrutar del gran país que somos». Y remitió al decreto de alarma para definir qué es servicio no esencial. Justificó que había que elegir entre adelantarse a la Semana Santa «para dar ese permiso retribuido y recuperable» o «cerrar toda la actividad económica». En realidad, puntualizó, son ocho días de permiso, pero se trata de «frenar la transmisión de la pandemia».
medios de comunicación
La labor de informar y el derecho a la información. «Están haciendo una labor extraordinaria, importante, son un servicio esencial», aseguró Sánchez en el turno de preguntas de los medios al final de la videoconferencia. En Italia, el Gobierno aprobó medidas de apoyo a periódicos y a quiosqueros.
llamada a los colectivos
Esfuerzo y valentía. Como ya había hecho hace dos semanas, Sánchez citó a diversos colectivos para agradecerles su esfuerzo y su valentía: «A los niños pequeños, por su encierro forzado; a los escolares, por sus deberes; a los maestros, para que los alumnos sigan formándose; a los jóvenes, que se aíslan para proteger a sus mayores». Y, como no podía ser de otra manera, a los servidores públicos, agentes, agricultores y limpiadores. También tuvo su mensaje para los responsables públicos: «Debemos guiarnos por los expertos, trabajar y dar la cara ante los ciudadanos».
adquisición de material
Críticas y mando único. Las críticas pronunciadas desde varias comunidades autónomas por la adquisición conjunta de material sanitario por parte del mando único, es decir, por el Gobierno, lo que consideran que les retrasa la recepción, las remedió Sánchez argumentando: «Somos más fuertes como uno que como diecisiete». Justificó que en un «mercado global tan agresivo» es más llevadera la compra desde el Estado para ser más eficaces. «Juntos somos más fuertes, los territorios por sí solos no podrían responder a la pandemia, eso nos han dicho los expertos, pero somos muy respetuosos con las comunidades autónomas», que también pueden adquirir material por su cuenta. También arguyó que era partidario de que Europa, con sus 500 millones de habitantes, centralizase la respuesta: «Cuanto más grandes seamos, más podremos hacer».
fiasco en compra de test
Rectificar y producir. Ante el fiasco por la compra de test que no eran efectivos, Sánchez se justificó en que en ese «mercado superagresivo» porque «no todos los países tienen la capacidad de autoabastecerse» siempre pasan algunas cosas, por eso citó y alabó los controles del Instituto Carlos III para detectar las anomalías. Y, por otra parte, relató que «tan importante es comprar fuera como producir aquí» y eso es de lo que el Gobierno está tratando con la industria nacional, afirmó.
economía de guerra
«Europa se la juega». Pedro Sánchez esbozó que Europa debe poner en marcha una «economía de guerra» que respalde el endeudamiento público para reconstruir la economía del continente. «A Europa le toca proteger a los más débiles, a los países que sufren las mayores consecuencias de la pandemia», porque «Europa se la juega», advirtió. «El mundo se enfrenta a desafíos globales y no tenemos respuestas globales», concluyó.
Las primeras reacciones al anuncio de Sánchez
Las reacciones tras el anuncio realizado por Pedro Sánchez no se hicieron de esperar. Algunas de ellas eran más que previsibles, como las de los partidos catalanes independentistas o las de formaciones como el Partido Popular y Vox, teniendo en cuenta la posición a favor del cierre total de la actividad mostrada durante los pasados días. El secretario general del PP, Teodoro García Egea, calificó de «improvisación» a una medida que el presidente de Murcia, Fernando López-Mira, trató de llevar a cabo en la comunidad que gobierna. En una intervención acompañada de una bandera de España con un crespón negro, García Egea recordó que el PSOE votó en contra de endurecer el confinamiento el miércoles, cuando se debatía la ampliación del estado de alarma.
Además, el popular exigió protección y amparo para los profesionales sanitarios, así como todos aquellos que deben estar plantando cara a la pandemia en primera líneas: «Sánchez lleva quince días diciendo que hará lo que haga falta cuando haga falta y donde haga falta. Hacen falta guantes, test y mascarillas en primera línea y hacen falta ya».
Desde Vox hablan de «otro golpe de soberanía», tal y como expresó el eurodiputado y portavoz del Comité de Acción Política de la formacion, Jorge Buxadé, quien también se preguntó sobre la postura de los socialistas hace tres días: «¿Por qué no lo llevó [Sánchez] en su propuesta de autorización si ya lo tenía previsto». Asimismo, la portavoz de Ciudadanos, Inés Arrimadas, pidió «claridad» al Gobierno a la hora de determinar cuales son las actividades no esenciales para evitar generar incertidumbre en la ciudadanía: «Muchos españoles ven necesario reforzar las medidas para garantizar el distanciamiento social, pero el Gobierno no puede generar más incertidumbre. Sánchez debe ser claro sobre sus decisiones y dar garantías y tranquilidad a trabajadores, autónomos y empresas. Hoy no lo ha hecho».
CC.OO. y UGT
Los sindicatos mayoritarios, a los que les fue comunicada la decisión previamente, también se alinearon a favor de las nuevas restricciones. Tanto Comisiones Obreras como UGT explicaron que si las autoridades sanitarias creen que se trata de una medida necesaria para frenar el avance del coronavirus «se debe apoyar y posteriormente pactar en la negociación colectiva la recuperación de esas horas», una cuestión a la que también se refirió el propio Pedro Sánchez. Además, señalaron la necesidad de que los trabajadores de las actividades esenciales, es decir, los que seguirán trabajando, deben contar con todas las medidas de protección necesarias para garantizar su seguridad y su salud».
Desde Cataluña
El presidente de la Generalitat, Joaquim Torra, celebró el endurecimiento de la cuarentena, pero adelantó que también pedirá al Gobierno de España medidas socioeconómicas. También destacó que la medida que entrará en vigor el lunes le da la razón y avala su afirmación de que hasta ahora no se venía estableciendo un confinamiento total como sí habían defendido desde el Ejecutivo español.
En este sentido, Torra lanzó a Sánchez un agradecimiento por haber escuchado las demandas de Cataluña, dejando entrever que las peticiones formuladas desde la Generalitat habrían ejercido presión a la hora de tomar la decisión. También el expresidente catalán Carles Puigdemont se pronunció de un forma similar, indicando que no entiende «la excusa que pone para explicar la demora de dos semanas: estaba esperando la Semana Santa».
Desde el mismo partido al que pertenecen ambos, JxCat, su portavoz en el Congreso, Laura Borràs, comentó en su cuenta de Twitter: «Dos semanas tarde, y habiendo perdido 15 días vitales, finalmente llegamos adonde el presidente de la Generalitat, Quim Torra, había pedido». La diputada del Parlament Elsa Artadi también aprovechó para apuntar hacia donde irán esas medidas económicas que Torra solicitará: «¡Parad el pago de impuestos y retribuid a los trabajadores y autónomos! ¡Es urgente!». Por parte de Esquerra (ERC), se pronunció el vicepresidente del Gobierno catalán, Pere Aragonès, quien ha dicho estar «satisfecho porque el presidente Sánchez adopta las medidas que le reclamábamos desde el Govern a partir de las recomendaciones de los expertos».
No ha sido la única crítica económica realizada en Cataluña a todas las medidas implementadas por el Gobierno, pues los anticapitalistas de la CUP también defienden desde su cuenta de Twitter que el confinamiento total llega tarde, además de criticar que los ciudadanos afectados por la decisión deberán hacer un esfuerzo mayor: «De nuevo, cargando la responsabilidad a las trabajadoras, que deberán recuperar las horas. De nuevo poniendo el mercado por encima de la vida. De nuevo ellos ganan».
En Galicia
El BNG, uno de los aliados de Sánchez en el Congreso, celebró la la paralización de toda actividad económica no esencial a través de su diputado nacional Néstor Rego, quien llevaba más de dos semanas reclamándolo desde su escaño: «Nos alegramos de que el Gobierno rectifique, pero nos parece una pena que esta decisión no fuese adoptada hace 15 días cuando habría contribuido bastante más a romper la cadena de contagios que se pudo producir en los centros de trabajo». Por otra parte, el nacionalista criticó la recuperación de horas de trabajo a posteriori y fue contundente: «No es justo que las consecuencias de esta crisis sanitaria y social las paguen en exclusiva los trabajadores».
El País Vasco
En el País Vasco, el PNV no escondió su sorpresa por el inesperado anuncio, que abordó con una crítica que llevan realizando desde hace tiempo: «No ocultamos nuestra preocupación por la excesiva unilateralidad y la falta de respeto y comunicación del Gobierno español con instituciones, agentes y partidos que estamos actuando con total lealtad, una actitud que no vemos correspondida». Incluso desvelaron que los propios sindicatos habrían tenido acceso a la información con escaso margen de tiempo: «Por lo que sabemos, los agentes sociales han tenido conocimiento de la medida pocos minutos antes de que fuera anunciada». Por su parte el coordinador de EH Bildu, Arnaldo Otegi, indicó que la medida llega tarde y que ellos ya la habían solicitado «desde hace tiempo».