La serie rescatada por Spielberg es una colección de historias independientes
30 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Poco después de que Steven Spielberg cargara las tintas contra Netflix en varias ocasiones, se supo que estaba enfrascado como productor ejecutivo en un proyecto para Apple TV+: el regreso de Cuentos asombrosos. No en vano, el del rey Midas del cine fue el primer nombre de prestigio que se asoció a la compañía de Tim Cook, mucho antes de que The Morning Show o For All Mankind estuvieran en los planes de la plataforma.
Es probable que el malestar de Spielberg tenga más que ver con un cambio en las reglas de juego de la distribución y la progresiva pérdida de importancia de los cines como epicentro de los estrenos, y no tanto en que Netflix sea ahora su competidora natural, pero no deja de resultar paradójico que muchos de los que ya peinamos canas supiéramos de la existencia de Cuentos asombrosos en 1986, cuando tuvieron a bien reunir tres capítulos de la serie y estrenarlos en los cines españoles como si de una función triple se tratara.
La película tomaba dos capítulos de la primera temporada (Papá momia y La misión) y un capítulo de la segunda (No pierdas la cabeza). Dirigido por William Dear, Papá momia contaba cómo durante el rodaje de una película de terror, el actor que interpreta a la momia se entera de que su mujer se ha puesto de parto, así que decide lanzarse a la carretera con todo el atrezzo encima.
El propio Spielberg dirigía La misión, un relato protagonizado por Casey Siemaszko y que contaba con actores de la talla de Kevin Costner y Kiefer Sutherland. Ambientada en la Segunda Guerra Mundial, la historia gira en torno a un bombardero que, tras completar una misión, sufre serios daños en la cabina del joven que se encargaba de la ametralladora, que no puede salir. Solo un milagro podrá salvarlo de una muerte segura.
Finalmente No pierdas la cabeza, a cargo de Robert Zemeckis y escrito por Mick Garris, ponía el foco en dos estudiantes que deciden vengarse de su profesor de literatura (un grandísimo Christopher Lloyd) con un hechizo que se supone que debe causarle hipo. El hechizo va mal y el maestro acaba convertido en un zombi decapitado.
Era una buena selección que transitaba por la comedia, la emoción y el terror. Poco después supimos que en realidad Cuentos asombrosos era una serie que Spielberg estaba desarrollando para la NBC y que estuvo emitiéndose entre 1985 y 1987. Inspirada en series como The Twilight Zone, pese a recibir 12 nominaciones a los premios Emmy, la ficción no cuajó entre la audiencia y se canceló tras dos temporadas y un total de 45 episodios.
Y eso que bajo el mando de Spielberg, que además de productor, escribió y dirigió algunos de los capítulos, se concitaron una serie de guionistas y directores invitados que daban a cada episodio su peculiar visión de la fantasía, la ciencia ficción o el horror. Clint Eastwood, Martin Scorsese, Joe Dante, Burt Reynolds, Timothy Hutton o Peter Hyams se pusieron detrás de las cámaras en algunos de los episodios.
En busca del tono familiar
La serie regresa ahora a Apple TV+ y lo hace con una primera temporada de cinco capítulos. Inicialmente iba a ser Bryan Fuller el productor principal de esta aventura, pero Fuller proponía una ficción más oscura, quizá en la línea de Black Mirror. Así que el proyecto acabó en manos de Amblin, la productora de Spielberg, pues la compañía de Tim Cook quería recuperar el tono familiar de la serie.
Edward Kitsis y Adam Horowitz, creadores de Érase una vez, son los máximos responsables de esta nueva andadura de Cuentos asombrosos, cuyos cuatro primeros capítulos ya están disponibles en España través del servicio. Abre con un capítulo más bien flojo. Dirigido por Chris Long, realizador curtido en series como The Americans o El mentalista, el relato sigue a Sam (Dylan O’Brien), un tipo que mientras realiza unos trabajos de restauración de una casa vieja junto a su hermano, viaja al pasado. Allí conoce a Evelyn (Victoria Pedretti, la Love de You, alguien de quien enseguida cae enamorado. Con estos mimbres y unos cuantos viajes en el tiempo, el episodio se permite realizar flojas reflexiones, con cero profundidad, sobre un personaje al que se describe como un millenial, totalmente plano. Habrá que ver qué sucede con el resto de la serie ya que, dado que es una colección de historias con principio y final por sí mismas, puede haber de todo. Pero sí sorprende que Spielberg, Kitsis y Horowitz hayan decidido arrancar con un capítulo en el que nada de la magia de la original se atisba. Bueno, salvo la banda sonora de los créditos, que es la misma.