El gigantesco buque enviado por Trump aliviará el colapso de centros sanitarios, mientras que los infectados de coronavirus serán atendidos en un Central Park reconvertido a hospital de campaña

La Voz

En Estados Unidos ya han saltado todas las alarmas por la crisis del coronavirus de la que el presidente, Donald Trump, había tratado de retrasar a toda costa la implementación de restricciones que supusieran un golpe a la economía de una de las grandes potencias mundiales. Con 160.000 casos de COVID-19 y 3.148 muertos, el país norteamericano se ha colocado a la cabeza como el más afectado del mundo por la pandemia. Se trata de una situación que quedó perfectamente reflejada en la alerta lanzada por el gobernador del estado de Nueva York, el demócrata Andrew Cuomo: «El tsunami está llegando; lo sabemos. Es el momento de reunir suministros y prepararse». No obstante, y como si el Ejecutivo recogiese un guante lanzado, lo que ha llegado ya a la costa de la Gran Manzana es un gigantesco buque hospital con más de un millar de médicos abordo, de los 1.200 profesionales que se encuentran en este, y 750 camas. El USNS Comfort es el as en la manga de la Administración Trump para aliviar el colapso de las instalaciones sanitarias de Manhattan.

No obstante, la colosal embarcación -que cuenta con 12 quirófanos, un laboratorio médico, una farmacia y radiología digital, así como con dos instalaciones para la producción de oxígeno y una plataforma para el despegue y aterrizaje de helicópteros- no está destinada al tratamiento de los pacientes de coronavirus, tal y como indicó su contraalmirante, John Mustin. Su objetivo es el de «liberar la presión» de los centros sanitarios del estado más golpeado por la epidemia -67.000 positivos, 1.342 muertos y 9.000 ucis ocupadas-, para que «puedan enfocarse en esta pandemia». Para afrontar el duro reto de asistir a los infectados de COVID-19, el famoso parque de la Gran Manzana, Central Park, alberga un hospital de campaña con 68 camas que se suma al del Centro de Convenciones Javit que cuenta con 2.5000.

Un rayo de esperanza», así calificó el alcalde Bill de Blasio la llegada del buque

Para hacerse una idea de cuál fue la imagen que llevó al alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, a calificarla como «un rayo de esperanza» cuando vio al Comfort llegando a la altura de la Estatua de la Libertad es necesario contar con algunos datos de su magnitud, como sus 267 metros de largo, una capacidad de carga de cerca de 70.000 toneladas y un alcance de 24,817 kilómetros a una velocidad máxima de 17,5 nudos.

Y para entender que ha llevado a Trump de su rechazo al confinamiento a comenzar una movilización de recursos digna de un conflicto bélico, hay que acudir a las últimas declaraciones que realizó en televisión sobre las imágenes de las morgues neoyorquinas colapsadas. «Nunca había visto imágenes así, bolsas de cadáveres por todas partes», sentenció para apuntar: «Y ése es básicamente mi barrio».

El buque hospital USNS Comfort llegando al puerto de Manhattan, en Nueva York
El buque hospital USNS Comfort llegando al puerto de Manhattan, en Nueva York Alcir N. da Silva

Un petrolero reconvertido a hospital flotante

El USNS Comfort -La comodidad, en español-  cuenta con una historia peculiar. Construido en 1976 en California como un petrolero, dejó esta función en 1983 cuando fue entregado a la marina estadounidense. Entre sus funciones se encuentran la de proporcionar servicios médicos a las fuerzas de tierra, mar y aire -con los pertinentes recursos militares-, pero también está disponible para que las agencias gubernamentales de Estados Unidos lo utilicen en caso de desastre natural o emergencia sanitaria -ocurrió durante el desastre del huracán Katrina en Nueva Orleáns y el María en Puerto Rico o durante el terremoto de Haití-, ya que a grandes rasgos, el buque supone contar con un hospital quirúrgico desplazable a todas las localidades costeras del país.

Algunas de las grandes operaciones militares o acciones humanitarias que ha realizado el Comfort se corresponden con la primera Guerra del Golfo, en la Operación Tormenta del Desierto -plasmada en la gran pantalla a través de distintas cintas-, en la que estuvo actuando frente a la costa de Kuwait durante 1990 y 1991. También participó en la guerra de Irak. Este buque funcionó como un mastodóntico centro de procesamiento de migrantes haitianos en 1994, en el marco de la Operación Sea Signal, y en aguas caribeñas. Luego se desplazó a la base estadounidense de Guantánamo, en Cuba, donde dejó a 400 inmigrantes. 

En el recuerdo de los ciudadanos de Manhattan es imposible que se borre uno de los grandes papeles que desempeñó el USNS Comfort en uno de los días más aciagos de los estadounidenses. El buque hospital también puso rumbo a la Gran Manzana la tarde del 11 de septiembre del 2001, tras el ataque terrorista perpetrado contra las Torres Gemelas.