La madre de dos niños con autismo: «Han entendido la situación y no salimos de casa para nada»

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

SOCIEDAD

Los hermanos Diego y Bruno con su madre, Gema Viader
Los hermanos Diego y Bruno con su madre, Gema Viader MIGUEL VILLAR

Los ourensanos Diego y Bruno conmemoraron el Día del Autismo en pleno confinamiento

03 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Ayer fue 2 de abril, fecha en la que se conmemora el Día Internacional del Autismo, y aunque el confinamiento provocado por la crisis del coronavirus hizo que fuese una jornada peculiar, lo cierto es que en los hogares donde hay algún familiar con Trastorno del Espectro Autista (TEA) el día se vivió como merecía. Esto es lo que ocurrió en la casa de Gema Viadero. Ella es la madre de Bruno y Diego Pérez, dos gemelos de 11 años con autismo. «En nuestra casa a este día lo llamamos el de los globos azules -color que representa el trastorno- y aunque haya sido confinados, lo hemos celebrado igual», explica Gema.

Bruno y Diego no se olvidaron de vestir sus camisetas azules durante toda la jornada, llenaron sus balcones de globos de colores y hasta participaron en un vídeo realizado por la asociación ourensana a la que pertenecen, Por Eles TEA. «Son solo pequeños gestos diferentes a lo habitual, pero que ayudaron a celebrarlo», afirma Gema. La verdad es que eso de realizar actividades distintas y novedosas lo están haciendo cada día desde que comenzó el confinamiento, una situación que puede suponer una gran complejidad para personas con autismo, de ahí que les esté permitido salir a pasear cuando sea necesario. «Los primeros días de aislamiento en casa estaban un poco contrariados, pero se han ido acostumbrando y han entendido la situación. Cambiamos sus rutinas y las adaptamos a la casa, así que lo llevamos bien y no salimos para nada», explica esta madre ourensana. Quien sí lo hace es su marido, Óscar Pérez, empleado en un supermercado. «Es lo que peor llevamos, porque nos preocupa que pueda contagiarse y a él le supone muchísimo estrés», admite.

A Diego le encanta que lleguen las ocho de la tarde para aplaudir desde la ventana. «Es su momento, se desahoga a tope y descarga energía», dice Gema. Por su parte, Bruno se está convirtiendo en un auténtico cocinillas. «A los dos les gusta mucho comer y de hecho comen de todo, pero estos días en casa Bruno se ha aficionado enormemente a la repostería y todos le ayudamos», añade. Esa es su forma de disfrutar de las tardes del estado de alarma, ya que las mañanas están dedicadas a hacer las tareas del colegio -los dos son alumnos del CEIP Albino Núñez- y a poner en práctica algunos recursos de entretenimiento que les envían también desde la asociación. «El apoyo terapéutico es esencial para los niños con autismo, por eso valoro tanto el trabajo que hacen en Por Eles TEA. También encontrar a un profesorado específico que sea bueno, yo hasta tuve que cambiarles de cole; y la implicación familiar. La buena comunicación entre todas las partes ayudará a que los pequeños progresen», cuenta.

En casa de los Viadero Pérez todos han aceptado el confinamiento como algo necesario para ayudar a frenar los contagios por coronavirus, aunque Bruno ya empieza a preguntar: «¿Cuánto tardará en irse el virus al menos de los alrededores?». La respuesta siempre es optimista, así como le han enseñado a ser a él y a su hermano. «Bruno suele estar pendiente de los datos y siempre viene a decirme el número actualizado de personas que se han curado», termina Gema.

Manuel Ojea, presidente de la asociación Trascos.
Manuel Ojea, presidente de la asociación Trascos. Santi M. Amil

«En la provincia hay sobre 400 casos diagnosticados y no llega a ser ni el 20 % de la cifra real»

La conmemoración del Día Internacional del Autismo tuvo por lema este año «Puedo aprender. Puedo trabajar», con la intención de fomentar la inserción en el mundo laboral de las personas autistas. «Fallamos todavía a nivel laboral. Estamos comenzando a tener una población de niños con autismo que ya son adultos de veintipico años, y es importante que continúen su inclusión en la sociedad», explica Manuel Ojea, presidente de la asociación ourensana Trascos. «Existen incluso bastantes barreras para que puedan cursar estudios universitarios o de formación profesional y esto no puede ser. Tiene que haber unos niveles de apoyo globales que se inserten a nivel social en los distintos contextos», amplía.

Al analizar la situación concreta de los niños con autismo en Ourense, Manuel Ojea recuerda la importancia de un diagnóstico rápido y de la inclusión social: «Tenemos una atención específica bastante acorde con las necesidades de los niños, están integrados en los colegios, pero todavía falta que en los centros se funcione de forma global, no solo en el aula específica, también al salir al recreo, por ejemplo. El nivel de detección ascendió significativamente en los últimos años pero todavía no es suficiente. En la provincia hay sobre 400 casos diagnosticados y no llega a ser ni el 20 % de los niños que realmente tienen este trastorno».