Monforte celebrará el Martes de Pascua cuando el coronavirus lo permita

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Un momento de la procesión del Martes de Pascua del año pasado
Un momento de la procesión del Martes de Pascua del año pasado CARLOS CORTÉS

El Ayuntamiento acuerda con la parroquia de A Régoa aplazarla hasta que pase el estado de alerta. Es una tradición del siglo XVI que nació precisamente tras una plaga

12 abr 2020 . Actualizado a las 17:24 h.

La pandemia de coronavirus obligará a suspender los actos religiosos del Martes de Pascua en Monforte. Lo confirmó ayer el Ayuntamiento, que de acuerdo con la parroquia de A Régoa, ha decidido aplazar esta conmemoración y celebrarla algún martes en cuanto sea posible.

El Martes de Pascua es festivo en Monforte porque ese día se celebra todos los años la denominada bendición de los campos. Se trata de una tradición religiosa en la que participa el alcalde de Monforte, que tiene que pronunciar ante el párroco de A Régoa la denominada renovación del voto, la promesa de mantener ese día como fiesta local y a la Virgen de Montserrat como patrona de la ciudad. El origen de este rito data al parecer de finales del siglo XVI. Fue instaurado precisamente el año que una enfermedad provocó gran cantidad de muertos en la comarca y a modo de agradecimiento a la Virgen de Montserrat, a la que los fieles de entonces le atribuyeron el final de aquella plaga.

La renovación del voto y la bendición de los campos se celebran habitualmente en el Campo da Virxe, junto a la capilla situada en la subida al monte San Vicente. Los fieles y los representantes del Ayuntamiento caminan hasta allí en procesión desde la iglesia de San Vicente, precedidos por la imagen de la Virgen de Montserrat que se guarda tradicionalmente en ese templo. Pero la imagen se encuentra temporalmente depositada en estos momentos en la iglesia de A Régoa. Por eso, cuando se levante el estado de alerta sanitario y se puedan volver a realizar estos actos religiosos, los responsables municipales se proponen llevar a cabo la renovación de los votos y la bendición de los campos en el atrio de A Régoa.