Un médico coruñés en Londres: «Pese a los precedentes de España e Italia, aquí es como si les hubiera pillado también por sorpresa»
SOCIEDAD
Miguel Ángel Fernández es neuropediatra en el hospital St Thomas, donde ha estado ingresado Boris Johnson
20 abr 2020 . Actualizado a las 10:05 h.Miguel Ángel Fernández García (A Coruña, 34 años) es un pediatra formado en el Chuac que completó su formación como neuropediatra en el hospital Niño Jesús de Madrid. Llegó a al hospital St Thomas de Londres en septiembre del 2018 ante una oportunidad laboral para complementar su experiencia en el ámbito de la neurología pediátrica, en concreto para trabajar con niños con enfermedades neuromusculares. Desde entonces, sigue formando parte del equipo de Neuromuscular Pediátrico de este hospital, uno de los más grandes del Reino Unido, con más de 17.000 trabajadores y que reúne la práctica mayoría de especialidades médicas y quirúrgicas. Y que, además, estos días ha saltado a la fama mundial por el ingreso del primer ministro Boris Johnson. Su estampa, a pocos metros del Parlamento, del Támesis y de la célebre noria, ha estado presente de manera constante en los informativos de medio mundo.
Reino Unido tiene 90.000 contagiados de coronavirus y más de 11.000 muertos. Miguel, como médico y sobre todo como residente, ha visto cómo la enfermedad se ha ido extendiendo: «Para los españoles que estamos en Londres, creo que todos lo hemos vivido como si hubiéramos tenido una premonición de lo que iba a suceder, una especie de revelación del futuro (que era la situación que se estaba viviendo en España en ese momento), y la frustración de ver cómo aquí se tardaban en tomar las medidas oportunas al respecto. He de decir que en el hospital en seguida se pusieron en marcha para anticiparse (todos hemos sido reubicados en distintos departamentos en función a nuestro perfil, experiencia, habilidades etcétera), y hemos ido recibiendo diversas formaciones exprés y períodos de adaptación a nuevos puestos. Pero en la calle y en las declaraciones del Gobierno, seguía viviéndose un ambiente de relativa tranquilidad. Ahora todo se ha ido acompasando progresivamente, pero las predicciones iniciales no contaban con una expansión tan rápida del virus y, a pesar de los precedentes de España e Italia, aquí es como si también les hubiera pillado de sorpresa».
Sobre la presencia de Boris Johson, explica que se ha percibido mucho más fuera que dentro del centro: «En el hospital todo ha continuado funcionando de manera ordinaria, dentro ya de la nueva organización que tenemos por el coronavirus. Ha habido muchos más controles de seguridad tanto en los accesos como dentro. Y ha habido una gran presencia mediática de manera constante a lo largo de toda la semana, flanqueando todo el edificio. Pero dentro, todo ha seguido funcionando normalmente». En las calles londinenses, por cierto, la vida discurre relativamente normal: «Pues sorprende la relativa calma con la que transcurre todo. Estos días hemos tenido sol y temperaturas veraniegas, y las escenas en los parques y paseos, eran totalmente inapropiadas: picnics, familias haciendo barbacoa, pandillas de amigos en bicicleta.... Aquí el confinamiento permite salir a dar un paseo higiénico ó la práctica diaria de deporte, manteniendo las normas de distanciamiento social, pero las autoridades son bastante laxas al respecto. El ingreso del primer ministro y los acontecimientos de este fin de semana veraniego han vuelto a cuestionar si deberían aumentar las restricciones, pero por el momento no han tomado otras medidas al respecto. Es alucinante el contraste para alguien que trabaja en el hospital, donde la situación no es en absoluto tranquilizadora», asegura este médico. En el Reino Unido son muchos los gallegos que trabajan en hospitales.
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