En 1970 el ciclón tropical más devastador de todos los tiempos modificó el mapa de la Tierra, dando lugar a una nueva nación.
17 abr 2020 . Actualizado a las 22:44 h.Uno de los grandes problemas del cambio climático es la incapacidad del ser humano para entender la verdadera naturaleza de esta amenaza. El clima ha forjado y derrocado civilizaciones a lo largo de la historia, pero no siempre cómo uno esperaría. Es posible encontrar su huella en una crisis económica, en una guerra, en una pandemia e incluso en el nacimiento de una nación.
En 1947 Pakistán se independizó de la India tras un conflicto casi centenario que se remontaba a 1857. El país quedó configurado en dos territorios, uno al oeste de la India, propiedad de los punjabíes, y otro al este, dominado por los bengalíes. La tensión entre ambas regiones fue constante y se intensificó tras una serie de reformas agrícolas durante la década de los años 60 del pasado siglo dirigidas desde el gobierno residente en el lado oeste. La relación entre oriente y occidente estalló en 1970 y el detonante fue un fenómeno meteorológico.
Aquel año la actividad ciclónica en el océano Índico se desarrolló con especial virulencia. El ciclón más potente de todos fue Bhola, el sexto de la temporada, que alcanzó una fuerza equivalente a la categoría 4 en la escala de huracanes. Los vientos superaron los 240 kilómetros por hora. El ciclón nació a partir del tifón Nora que se había desarrollado en el mar de la China meridional. Mientras avanzaba sobre la bahía de Bengala, los restos contribuyeron a la génesis de un nuevo sistema de bajas presiones que comenzó a profundizarse mientras se desplazaba hacia el interior de la bahía.
El impacto de Bhola fue devastador, sobre todo por los efectos de la marea ciclónica que elevó el nivel del mar de forma súbita e inundó poblados enteros. Se calcula que fallecieron medio millón de personas. Actualmente sigue considerándose el ciclón tropical más mortífero y uno de los desastres naturales más destructivos de todos los tiempos. Los cultivos como los arrozales también fueron arrasados. Se estima que más de tres millones de habitantes sufrieron los efectos del ciclón y que el impacto económico ascendió a unos 485 millones de dólares.
Y mientras el pueblo bengalí sufría, la respuesta del gobierno a esta terrible catástrofe que asoló al este del país fue nula. La inacción del ejecutivo paquistaní incluso fue muy criticada por la comunidad internacional. El descontento de los bengalíes provocó que el partido de Sheikh Mujibur Rahman, que reclamaba más autonomía para la región se impusiese de forma contundente y consiguiera una mayoría abrumadora en el parlamento pakistaní.
Pero a pesar de la victoria, al candidato bengalí se le prohibió formar gobierno y fue arrestado. Antes de que fuera encarcelado proclamó la independencia y la creación de un nuevo país, Bangladés. La respuesta del ilegítimo presidente pakistaní Yahya Khan fue la operación Searchlight, un asalto militar a Pakistán oriental. Así comenzó una guerra civil sangrienta que se cobró millones de vidas y que vencieron finalmente los bengalíes tras mucho tiempo de sufrimiento y gracias al apoyo del ejército indio.
Bangladesh es en la actualidad la séptima nación más poblada del planeta y su historia no puede entenderse sin el papel decisivo que jugó la naturaleza. Es el perfecto ejemplo del poder del clima, capaz de iniciar una cadena de eventos que nunca asociaríamos y que conducen a grandes transformaciones. Esto lleva sucediendo desde los albores de la vida en la Tierra.