«Antes tomaba café e falaba cos amigos no bar e agora vexo canto me aportaba, faise longo»

david garcía A CORUÑA / LA VOZ

SOCIEDAD

MARCOS MÍGUEZ

Los coruñeses narran cómo llevan un mes de confinamiento

19 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Una vez cumplido el primer mes de confinamiento provocado por el coronavirus y a falta de varias semanas más para empezar a recuperar la normalidad los coruñeses aseguran que llevan bastante bien el estar más tiempo del habitual en sus casas, aunque se aprovechan al máximo las oportunidades para salir y se añoran determinadas rutinas.

Un ejemplo de ello es Xosé Manuel Pardo, quien vive solo y explica que antes pasaba las mañanas en el bar, algo imposible ahora. «Faise moi longa a mañá, antes baixaba a comprar o periódico e tomaba cafés, facía crucigramas e falaba cos amigos no bar e agora vexo canto me aportaba», afirma. Las mañanas eran su vía de escape ya que por las tardes solía quedarse en su casa, en la que vive solo. «Bótase de menos o contacto social, a ver se pasa este mes pronto, tamén para que mellore a economía do país», concluye.

Mientras, Álvaro es taxista y ayer por la mañana llevaba casi dos horas esperando en Cuatro Caminos a tener que hacer algún viaje. «No me está afectando el encierro, en casa se está bastante bien con la familia, así que sin problemas», explica.

En su caso es de los que puede salir de casa a trabajar aunque con limitaciones: «Trabajamos un día sí y un día no, pero casi no nos da para cubrir el venir a trabajar». A pesar de ello, añade que agradece tener que salir con el taxi. «Casi no hay trabajo, pero por lo menos es una forma que tengo de poder salir de casa», apunta.

El confinamiento también está afectando a los jóvenes, que ven afectadas sus rutinas y las actividades que hacían regularmente. «Yo soy deportista y vivo solo en una casa pequeña, los días se me hacen largos», explica Carlos Martín, jugador de balonmano de 23 años. «Entreno casi todos los días en casa, pero se queda pequeña y no es lo mismo que ir al pabellón y estar con los compañeros», indica.

Además, en su caso, ya que es estudiante de segundo curso de Magisterio, se añade la incertidumbre de qué sucederá con el curso universitario: «Estamos a un mes de los exámenes finales y no sabemos lo que va a pasar todavía». cantó

Por su parte, Eva y María son dos personas que aseguran que no les está afectando mucho el encierro. La primera sigue regentando un quiosco, aunque con algunos cambios. «Por las tardes no abro así que estoy en casa con la familia, pero se lleva bien de momento», dice Eva.

María, jubilada, baja a la calle dos veces al día para sacar a su perro, Max, además de ir a hacer la compra: «Se lleva bien porque hablo por teléfono con la familia y con amigas».