«Después de 57 días encerrada, volver a las terapias es una fiesta para ella»
SOCIEDAD
La fase 1 permitió la reapertura de clínicas como Axón y Claudia Morella regresó a sus clases de logopedia
21 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.El estado de alarma obligó a echar el cierre a la clínica Axón y poner fin a las terapias. Y así estuvieron desde el 14 de marzo hasta que el lunes de la semana pasada pudieron abrir sus puertas. Regresaron los cinco socios, y todavía están pendientes de incorporación los 4 trabajadores, que están en ERTE. «Hai pacientes aos que lles dá medo saír e volver, están esperando para reincorporarse», explica Pilar Díaz, la logopeda. En Axón confían en entrar de lleno en la «nueva normalidad» con toda la plantilla trabajando en junio.
No tiene miedo alguno a volver a sus sesiones Claudia Morella. Después de 57 días encerrada junto a su madre en casa, la semana pasada por fin salió del cuarto piso en el que viven para ir a la clínica. «Claudia tiene hipomelanosis de Ito, que le provoca un retraso madurativo, tiene TEA, epilepsia e hipotiroidismo», cuenta su progenitora, Inma Ferreira, que lo resume todo en «es una persona de riesgo». También ella lo es, pues tiene una afección en el corazón. Por eso no salieron de casa. Era el padre de la joven el que se encargaba de hacer la compra y llevársela.
«Tiene 19 años, pero es como si tuviera tres», explica su madre, que cuenta que al principio recurrió mucho a los medios de comunicación para intentar hacerle entender a su hija el motivo de su encierro. «Al ver al a gente con mascarilla y decirle que podíamos terminar en la residencia, ya lo entendía, porque no le va nada lo del hospital», cuenta Ferreira, que recurrió a la música, los puzles y los dulces para mantenerla entretenida. Aún así, Claudia pasó por algún episodio de ansiedad. Y en las últimas semanas se volvieron más insistentes sus peticiones de salir a la calle. Por eso cuando su madre le dijo que sí, se puso muy contenta. «Es de las que no duermen pensando en empezar el cole», cuenta Inma. Y añade: «Después de 57 días encerrada, volver a las terapias es una fiesta para ella».
Inma valora en positivo que su hija pueda volver a logopedia y terapia ocupacional. «Se nota el retroceso del tiempo de parón», reconoce. También en lo que respecta a la masa muscular. «Es bastante vaga, le cuesta muchísimo levantarse del sofá y ahora al bajar las escaleras acusa la falta de fisioterapia», de las sesiones que dos veces por semana recibe en el CEE Miño, al que acude a clase. Al que acudía hasta que la pandemia mandó parar. En este tiempo sus profes han mantenido el contacto con ellas. Pero Claudia quiere volver a clase.
También desde Axón hicieron un seguimiento semanal de sus pacientes durante el confinamiento, con tareas, vídeos y, sobre todo, resolución de dudas. Y ahora vuelven a verles, aunque ha cambiado mucho la forma de hacerlo. «Agora levamos EPI con pantalla, máscara e guantes; aos que se unen batas e calzas cando son sesións na casa», explica Pilar Díaz. Los pacientes tienen que usar mascarilla. Y después de que se vaya, en la clínica desinfectan todos los materiales que ha manipulado, como son los juegos en el caso de los niños.
La logopeda dice que el traje de protección hace más cansado el trabajo, porque da calor y es engorroso; «pero é polo ben de todos». Además tienen que mantener las distancias. «Aos nenos cústalles o da máscara, cando chegan e te ven algún queda mirando estrañado. É o primeiro momento, porque levamos tempo sen vernos, estaban afeitos a outra rutina e cústalles volver», cuenta. Y añade: «Non axuda nada romper a rutina de maneira moi brusca... Eran rapaces que de ter todo o día ocupado, de repente víronse na casa». Aun así, dice que la vuelta está yendo muy bien.