Algunos concellos de la zona buscan otras alternativas para facilitar la conciliación
22 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Sin un protocolo claro y definitivo, ningún concello de la comarca se atreve a sacar a concurso ni a abrir el plazo de inscripción para los campamentos de verano, que suelen ir dirigidos a niños de tres a 12 años. Narón mantiene las partidas destinadas al programa Concilia-Escola, a expensas «do que ditaminen as administracións supramunicipais, por se se poden facer ou non, e as condicións e as medidas para garantir no ámbito sanitario e da seguridade», señala el Concello.
La campaña estival del Ayuntamiento de Fene, Verán máis alá, también está en el aire. «Non o temos nada claro, estamos esperando a ver que pasa o 25, se pasamos á fase 2 e se empezan a concretar algo as cousas. Ata fin de mes aínda estamos a tempo de licitalo, pero fai falta saber o número de rapaces, que actividades se poden facer... Máis aló xa se complicaría», entiende el alcalde, Juventino Trigo.
En As Pontes pretenden mantener los campamentos urbanos, pero «sempre á espera das normas e directrices que se marquen desde outras administracións, como as medidas de seguridade e os aforos, para poder determinar como se poden facer». El Concello de Pontedeume tampoco ha abierto el plazo para anotarse en las actividades de Rueir@s de verán 2020, «pola crise do covid-19». «En función da evolución da situación e do que estableza a norma en cada momento, estudarase a viabilidade de seguir a programación ou cancelala», informan en su página web.
El alcalde de Cedeira, Pablo Moreda, reconoce su preocupación «polas necesidades de conciliación que hai, sobre todo no verán, polos empregos de carácter estacional». Pero ni las entidades que promueven las actividades estivales (clubes de fútbol y natación, colectivo Sobre Rodas y Anpa Picapeixe), ni el Concello, que les presta apoyo, ven claro su desarrollo este año. «Se che limitan o número de nenos por grupo, cuns poucos xa ocuparías todas as instalacións, e sería moi discriminatorio. É moi complicado», concluye el regidor.
Actividades repartidas
En Valdoviño no desisten. «Estamos traballando na posta en marcha, para mantelos en xullo e agosto, abrindo as inscricións unha ou dúas semanas antes», señalan desde el gobierno local. A la expectativa de que se detallen los requisitos, ven claro que el número de participantes estará restringido, por lo que barajan dividirlos «en distintos escenarios, polas parroquias», en lugar de aglutinarnos, como hasta ahora, en el local social de Pantín. En Ortigueira esperan «instrucciones». «Las clases de surf y las actividades de kayak sí que las vamos a sacar, porque no implican contacto y son de forma individual», adelanta el edil de Deportes, Ángel Lozano.
«Está todo aberto, non sabemos se apostar polos campamentos de verán, que teñen bastante éxito, ou por unha liña de axudas para conciliar», explica Iago Varela, primer teniente de alcalde de Cabanas. La concejala de Igualdade de San Sadurniño, Ana B. Gundín, confirma la cancelación de la Aldea de verán, «porque non hai ningún protocolo e, sen garantías, non se pode arriscar». Estima una menor demanda este año, «polo medo aos contaxios», y el Concello ofrecerá «servizos de conciliación máis personalizados», en función de las peticiones que les trasladen.
Menos tiempo y menos niños
En Neda están pendientes «do que diga o Goberno», indica el mandatario local, Ángel Alvariño. Igual que en Cariño. «Tenemos la misma problemática que los colegios, y además, es allí donde se desarrollan los campamentos», comenta el alcalde, J. Miguel Alonso. Moeche reducirá las actividades al mes de agosto, con dos turnos de 16 niños. «A inscrición abrirémola en xuño», avanza la regidora, Beatriz Bascoy. En Cerdido, donde organizan la oferta lúdica dos asociaciones, aún no se sabe, como ocurre en Mañón o en As Somozas.
Ferrol suspende su oferta de ocio estival para los más pequeños
«No vamos a hacer campamentos urbanos, porque entendemos que no se dan las circunstancias [...]. Hay que evitar cualquier tipo de concentración, también de menores, ya que cada uno tiene su casa y hay cuidadores, para intentar no generar una cadena de contagios», confirmó ayer el alcalde, Ángel Mato. No ve manera de controlar que los niños «cumplan las medidas de seguridad en una sala o un recinto abierto, porque van a jugar y se van a tocar». El gobierno local plantea la posibilidad de dar «a determinados colectivos algún tipo de ayuda dirigida a la conciliación». Sí mantendrán las actividades de carácter virtual.
Unas familias demandan el servicio y otras lo descartan
Hay personas que necesitan, más que nunca, una opción de ocio para sus hijos durante el verano, ya sea porque carecen de una red de apoyo familiar cercana o porque no quieren recurrir a ella por temor a un contagio. «Mis padres pasan de los 70 años, ¿cómo les voy a llevar a los niños? No me atrevo ¿cómo les haces entender que no se pueden acercar a sus abuelos?», razonaba ayer una joven vecina de Pontedeume.
Una vecina de Valdoviño con dos hijos pequeños tiene claro que este verano no los inscribirá en ningún campamento: «Teño medo. Quen vai controlar que os nenos non se xunten? Iso non pode ser». Y la naronesa Luisa Fernández tirará de «aldea», en el entorno de Vilalba, «el sitio donde van a estar más tranquilos».