El estudio epidemiológico estatal revela una inmunidad del 5,2 %
05 jun 2020 . Actualizado a las 06:36 h.La segunda ronda del estudio seroinmunológico estatal (ENE-Covid19) viene a confirmar lo que ya adelantó la primera, que el porcentaje de españoles que han podido generar algún tipo de inmunidad frente al virus es muy bajo y desigual entre las diferentes provincias. Aunque sube ligeramente, del 5 al 5,2 con estas muestras obtenidas entre el 18 de mayo y el 1 de julio, sigue muy lejos de las ratios con las que se podría considerar que existe lo que se conoce como «inmunidad de rebaño». Los porcentajes difieren mucho entre el 14,7 de Soria o el 14,2 de Cuenca y el 0,5 de Ceuta.
En Galicia, esta segunda ronda detecta una mayor prevalencia en A Coruña, que pasa de un 1,8 al 2,2 % y en Lugo, que sube del 2,3 al 2,5 % y, por contra, desciende tres décimas en Pontevedra (del 2,3 al 2 %) y seis en Ourense, que es la provincia en la que más se nota esta diferencia entre una oleada y otra. En la primera tenía un 2,8 % y ahora, 2,2.
El estudio, uno de los más ambiciosos del mundo en este campo, que realizan el Instituto de Salud Carlos III y el Centro Nacional de Epidemiología, al margen de estas cifras principales que se mantienen, sí revela algunos detalles interesantes para el seguimiento de la epidemia. Por ejemplo, un tercio de los contagiados ni siquiera se enteraron de que estaban infectados porque no presentaron síntoma alguno. Y tres semanas después de la primera oleada, solo un 0,8 % de los que dieron negativo antes han dado positivo ahora, lo que da una idea de cómo se ha reducido la incidencia de la enfermedad en España.
Por otra parte, mientras que en la primera ronda hasta el 5 % de los analizados aseguraban haber experimentado síntomas en los 14 días previos al análisis, ahora esa cifra se reduce a menos del 1 %.
«No es posible controlarlo todo teniendo en cuenta solo a los asintomáticos»
Para la directora de este estudio y del Centro Nacional de Epidemiología, la doctora Marina Pollán, aparte de una información científica valiosa, este trabajo deja una enseñanza clara: «No es posible controlarlo todo teniendo en cuenta solo a los sintomáticos», con lo que, dice, siguen «obligados a considerar las recomendaciones» que se hacen para evitar la transmisión.
Tanto ella como la directora del Carlos III, Raquel Yotti, se deshicieron en elogios hacia los servicios de atención primaria de las comunidades y, sobre todo, de la población. «Pensamos que una vez que se les hizo un test ya no estarían tan interesados y, sin embargo, un 95 % ha seguido participando», ensalzó Pollán.
La colaboración ha sido incluso superior esta vez, trabajaron con un 76 % de los contactados frente al 74,9 de la primera entrega. En total participaron 63.564 personas y otras 3.355 para el estudio específico de las islas. De ellos, el 87,9 % accedieron también a que se les extrajese sangre para un análisis mucho más completo cuyos resultados muestran una coincidencia del 97,4% con los de los test rápidos de inmunoglobulina G, el parámetro que se considera más fiable.