Ágatha Ruiz de la Prada confiesa que su novio «estuvo a punto de morir por coronavirus»

Martín Bastos

SOCIEDAD

Europa Press

La diseñadora ha recuperado la ilusión junto a Luis Gasset, tras su tormentosa relación con Luis Miguel Rodríguez

02 jul 2020 . Actualizado a las 17:30 h.

Ágatha es mucha Ágatha. No hay más remedio que quererla, porque ella es genio y figura. Lo demostró por última vez ayer en El Hormiguero, donde la diseñadora le explicó a Pablo Motos cómo había pasado el confinamiento. «En el campo, con quince perros y cuatro caballos, ovejas, corderos y gallinas. Cuando nos confinaron me fui al campo con cuatro cosas y aspirinas. A los tres días mi hijo Tristán fue a por comida a Madrid y también teníamos lombrices y se las trajo al campo. Las tenemos en un mueblecito. Es de buen gusto tenerlas. Si todo el mundo lo hiciera para hacer compost...», explicaba.

 Ágatha Ruiz de la Prada confesó divertida que «durante el confinamiento le di de comer todos los días a las gallinas y ahora ponen muchos huevos». Además habló  de las mascarillas solidarias que ha diseñado para Lidl: «A los dos días del confinamiento me llamaron para hacer mascarillas. Al principio dejé que trabajaran los médicos y me dije, yo para la segunda oleada. Son mascarillas solidarias y por 3,99 te puedes llevar dos. La mascarilla es cojonuda porque no te tienes que maquillar y favorecen mucho. Tiene morbo. Ahora miro más a la gente para ver quien es».

La diseñadora ha añadido que para ella el confinamiento «ha sido mágico» y que entre las mascarillas y «lo otro» -refiriéndose a su nueva pareja, Luis Gasset- ha sido la «gran triunfadora». Ágatha, que ha recuperado la ilusión con Luis Gasset tras una tormentosa relación con Luis Miguel Rodríguez que terminó por una infidelidad pública.

Ágatha recordó como comenzó su relación en pleno estallido del estado de alarma y con su ya pareja ingresado grave con coronavirus. «Ha sido como muy mágico. A mí me había gustado. Un día, un miércoles, no me llamó. Me mandó un mensajito y el jueves me dijo que perdonara, que estaba en el hospital. Ha estado a punto de morirse y me pareció tan romántico...es estar como en una película. Eso hace que se aceleren mucho las cosas. Ahora está bien», explicaba. 

La diseñadora ha explicado que sufrieron un gran agobio por parte de la prensa cuando se conoció su relación. «Ha sido horrible con los paparazi. La primera vez que vine a Madrid y ya empecé a notar que me iban a pillar portada de Hola. Me avisaron que iba a salir. Prefería que la putada fuera en el Hola que no en Pronto. Luis estuvo asustado. Fueron a buscarle a su trabajo. Él siempre va en moto eléctrica. Cree que cogió el virus ahí, en una moto. Ahora se ha comprado el casco. Cuando vio a los periodistas se puso el casco y se fue en taxi. Eso no es romántico. No sabía si iba a aguantar el envite», detalló. 

Así es el nuevo novio de Ágatha Ruiz de la Prada

De la chatarra a la alta joyería. Ese podría ser el resumen del gran cambio en la vida amorosa de Agatha Ruiz de la Prada. Después de su noviazgo con Luis Miguel Rodríguez, considerado el rey de la chatarra y que antes tuvo una relación con Carmen Martínez Bordiú, ahora la diseñadora sale con otro Luis, de apellido Gasset. Se trata de un alto ejecutivo especializado en lujo que se ha codeado con la jet set internacional y los royals desde sus cargos en Bulgari, Loewe y Qatar Airways. Actualmente es el director general de la firma Ansorena (una joyería con más de 150 años de historia muy ligada a la monarquía española). «Si supiera estar sola, me habría hecho pintora, no diseñadora», declaraba hace un tiempo Agatha, que parece ya recuperada de la última infidelidad pública de su anterior pareja (y eso que sus antecedentes eran de sobra conocidos).

Al menos parece que su novio novio le gusta más que el anterior a su hija Cósima. «Ya lo he conocido y estupendo. Muy mono, muy educado y fantástico», declaraba a Chance hace unos días, aunque confesaba que pese a todo le tenía cierto cariño a Luimi. «A Luismi le tenemos cariño y yo creo que él también nos cogió cariño y es que creo que eso es lo bueno. Yo en todo momento le dije a mi madre que tenía que ser amiga de Luismi que eso es lo civilizado. Estamos en el siglo XXI y hay que ser amigos», aseguraba.