Brad Pitt sigue la senda de Enrique Ponce

Arantza Furundarena MADRID / COLPISA

SOCIEDAD

El actor, en pleno proceso de divorcio de Angelina Jolie, se echa una novia de 27 años, treinta menos que él

30 ago 2020 . Actualizado a las 14:00 h.

Empezamos agosto con una pareja de cuasi cincuentón con veinteañera (Ponce y Ana Soria) y lo terminamos con otra pareja de cincuentón y veinteañera... La búsqueda de la juventud perdida a través del amor es probablemente la única tendencia que nunca pasa de moda entre los famosos. Quienes creían que Brad Pitt, de casi 57 años, tras divorciarse de Angelina Jolie, de 45, iba a volver con Jennifer Aniston, de 51, han cometido un error de cálculo. Deberían haber restado en lugar de sumar, porque la nueva novia del actor tiene solo 27. Se llama Nicole y es dueña de un apellido que nos costará asimilar: Poturalski.

Nació en Alemania pero tiene ascendencia polaca. Lleva años triunfando como modelo, habla cinco idiomas y es madre de un niño llamado Emil. Y luego está lo del físico... Alta y delgada (¿como su madre?), de labios protuberantes y ojos transparentes, Nicole es una especie de cruce entre Irina Shayk y Angelina Jolie. Porque Pitt será un actor que detesta ser encasillado por guapo pero a la hora de elegir pareja da la sensación de que la belleza más despampanante es su principal requisito.

La flamante pareja fue vista esta semana en un aeropuerto de París. Allí embarcaron en un avión privado rumbo a la Provenza, donde Brad y Angelina todavía comparten el imponente Château Miraval, la finca que fue escenario de su boda hace ahora justo seis años... Que un hombre separado, en mitad de un complicado divorcio, regrese al «lugar del crimen» acompañado para remate de su nueva novia, es algo que desaprobaría cualquier asesor matrimonial o psicólogo.

Y, conociendo la impronta que deja Angelina, no sería de extrañar que a estas horas Poturalski estuviera reviviendo las terribles pesadillas de Joan Fontaine en Rebeca. O peores, porque Rebeca era un mero fantasma mientras que Jolie, madre biológica y adoptiva de seis hijos que comparte con Brad Pitt, no solo está viva sino dispuesta a presentar batalla. Su último movimiento en el proceso judicial que mantiene contra su exmarido ha sido pedir el cambio del juez que lleva el caso alegando que el actual tiene negocios en común con uno de los abogados de Pitt. La defensa del actor opina que es una estrategia de Angelina para «alargar aún más» un divorcio en el que están en juego 400 millones de dólares.

El otro divorcio

Sin llegar a tanto (apenas unos 19 millones de euros), Enrique Ponce podría enfrentarse muy pronto a una situación semejante. Pero desde que se puso su matrimonio por montera, al torero solo parece importarle Ana Soria. Con ella se ha echado a la mar convertido en una especie de marinero de luces; no muchas a decir de los mensajes que difunde en Instagram: corazones y más corazones para cada nueva foto de su escultural chica en bikini. Pero ya decía aquél que el amor tiene derecho a ser «adialéctico»... Y cuando median treinta años de diferencia entre los amantes, caso de Ponce y de Pitt, podría decirse que también tiene derecho a ser «anacrónico».