
Es un mecanismo sencillo, rápido y económico que mezcla las extracciones de varias personas y las testea como si solo fuese una: si el resultado es negativo se entiende que todas están libres de covid-19; si es positivo se repite la prueba de forma individual
14 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Una PCR analiza la muestra de una persona; el pool testing agrupa varias, de diferentes personas, y les aplica un solo test. La filosofía es vieja como el mundo, pero aquí funciona: hacer más con menos. El mecanismo, ya adoptado en algunas zonas de EE.UU., en Israel, Chile, Singapur, China e incluso en España -en el Cunqueiro de Vigo, por ejemplo-, permite obtener resultados rápidos y fiables. Y lo que es más importante: es considerablemente más barata. La teoría es sencilla: si el resultado sale negativo, todas las muestras están limpias de virus; si sale alterado es que al menos alguna está infectada. En este caso deberá repetirse el procedimiento de forma individual.

A esta técnica se recurrió ya durante la Segunda Guerra Mundial para detectar la sífilis y, más tarde, para diagnosticar VIH en los años 80. Resulta especialmente útil para testear a sectores estratégicos, como sanitarios o usuarios de residencias, pero también para su uso a nivel empresarial.