Una investigación publicada en la «Journal of Physiology» revela que es posible: ambas respuestas nerviosas salen de zonas distintas del cerebro, por lo que se pueden tratar de forma específica
10 oct 2020 . Actualizado a las 20:56 h.Hay una tos mala -molesta y persistente- y una tos buena, respuesta necesaria del organismo para despejar las vías respiratorias y asegurar una salud pulmonar óptima. A algunas personas, la tos problemática les acompaña durante años sin alivio. Más gente busca consejo médico para este trastorno que para cualquier otra dolencia. ¿Cómo acabar con ella sin neutralizar el reflejo bueno? Las conclusiones de una investigación publicadas esta semana en la revista científica Journal of Physiology revelan que los diferentes tipos de tos utilizan diferentes circuitos cerebrales, por lo que podrían tratarse de forma específica.
El acto de toser suele comenzar con un estímulo irritante dentro de la laringe, las vías respiratorias o los pulmones, que activa los nervios sensoriales que evitan la tos. Estos nervios sensoriales transmiten esta información al cerebro, donde la información modifica las acciones de los músculos de la respiración para producir una respuesta. Estas señales también se combinan a veces con señales de «orden superior» que hacen cosquillas en la garganta, que producen molestias o ansiedad antes un carraspeo continuo, y que permiten suprimir o mejorar la tos voluntariamente.
Investigaciones anteriores en animales y humanos habían sugerido que el cerebro procesaba todas las entradas de los nervios sensoriales de la tos en una sola área, sin embargo, un equipo de investigación de la Universidad de Monash y la Universidad de Melbourne (Australia) descubrió que en las respuestas a la tos buena y a la mala están implicadas zonas distintas. Los participantes humanos de la nueva investigación se sometieron a pruebas de comportamiento para evaluar la sensibilidad del reflejo, seguidas de imágenes cerebrales funcionales en un escáner de resonancia magnética mientras inhalaban diferentes sustancias químicas.
Uno de los estímulos químicos usados fue la capsaicina, el componente activo de los pimientos picantes que activa dos subconjuntos de los nervios sensoriales de las vías respiratorias implicados en la tos. Otro estímulo químico fue el trifosfato de adenosina (ATP), más conocido como una molécula de energía en las células, pero que también activa selectivamente uno de los dos subconjuntos de nervios sensoriales implicados en la expectoración. El estímulo químico final fue la solución salina, usada como un estímulo de control porque no activa ningún nervio sensorial.
Los resultados desvelaron que la inhalación de capsaicina activaba tanto el núcleo del tracto solitario como la zona del tronco encefálico que contiene el núcleo paratrigémico, mientras que la inhalación de ATP solo activaba el núcleo del tracto solitario. Así, se confirmó que una vía de la tos (sensible tanto a la capsaicina como al ATP) se integra en el núcleo del tracto solitario, mientras que la otra (sensible solo a la capsaicina) implica la integración en el núcleo paratrigémino. «La tos crónica es una dolencia horriblemente desagradable. La gente puede toser cientos de veces cada hora de su vida, durante años, y los medicamentos actuales simplemente no son eficaces para aliviar» este problema, explica el autor principal, el profesor Stuart Mazzone.