18 ayuntamientos del norte luso están sometidos a confinamientos
05 nov 2020 . Actualizado a las 20:52 h.«Hicimos esta feria para los gallegos y no han venido. De nada nos sirve trabajar si Vigo está cerrado». La mayoría de los casi doscientos feriantes que ayer se reunieron en Valença do Minho no hicieron ni 50 euros de caja. «¿Dónde están los gallegos?». «¿Por qué no han venido?», preguntaban a las contadas personas que pasaron a lo largo del día por el recinto de un mercado que habitualmente está lleno hasta la bandera. Las calles totalmente vacías hicieron aún más patente la desilusión y el temor de un sector que tuvo pocas horas para montar la que debía haber sido una de las mejores ferias de la semana, ya que durante los cinco días anteriores se suspendieron en todo el país y solo a última hora del martes se les autorizó el montaje.
«Vinimos y preparamos todo a última hora para los gallegos, pero hemos perdido el día porque ni para el combustible ganamos», explicaba Fernanda Cortés, una de las veteranas. Su ilusión por trabajar se desvaneció ante la ausencia de los gallegos pero el golpe más duró llegó al mediodía con la noticia de las nuevas restricciones en Galicia. «Se fechan Tui e Vigo, ¿para que imos traballar máis?», lamentaban quienes aspiraban a poder remontar mañana y el sábado en las ferias de Cerveira y Caminha. Tanto Valença como estos dos últimos municipios transfronterizos forman parte de los 121 de todo el país luso en los que ayer entró en vigor un nuevo confinamiento domiciliario.
«Deber cívico»
Se apela al «deber cívico de permanencia domiciliaria» en el que no se contempla ningún régimen sancionador y que afecta al 70 % de todos los portugueses. Son 18 los municipios del norte luso en los que, según el gobierno de Antonio Costa, hay «riesgo elevado de transmisión de covid» y a los que se les aplica este confinamiento parcial. El norte del país es además una de las zonas más castigadas por esta segunda ola de la pandemia y donde más se han multiplicado los contagios en los últimos quince días. Ayer, elGobierno dio a conocer cifras récord: 59 fallecidos y 7.497 contagiados, los números más elevados en 24 horas de esta segunda ola. Por ello también y, aunque las nuevas restricciones no contemplan el cierre de comercios ni supermercados o restaurantes, la mayoría de clientes que tuvieron ayer estos establecimientos eran de nacionalidad española.
El «deber de permanencia» no afecta a los desplazamientos y salidas que se realicen para casos autorizados. El abanico incluye salir de compras, por motivos de trabajo, educativos o para hacer deporte. Este confinamiento parcial se prolongará como mínimo hasta el 19 de noviembre, fecha en la que se evaluará de nuevo en función de la evolución de la pandemia.
Vecinos de las dos riberas del Miño se tiran de nuevo a una piscina compartida
No solo fue la feria. Los gallegos también tenían casi para ellos solos la piscina municipal de Valença, que reabrió sus puertas hace una semana. Eran dos mujeres españolas las únicas que disfrutaban a media mañana de unas instalaciones adaptadas a la nueva normalidad. «Me pensé mucho el venir de nuevo a la piscina porque todo es ahora peligroso, pero a mí me compensaba a nivel psicológico», dice María. Esta vecina de Tui es médica y trabaja en Viana do Castelo, por lo que conoce en primera persona las dos realidades. «Los portugueses son más precavidos. Los españoles pasan de todo», advierte esta facultativa insistiendo en la importancia de no bajar nunca la guardia.
Lucinda Serra, hija de una viguesa casada con un valenciano, es profesora de Matemáticas en décimo segundo curso, por lo que sus alumnos tienen entre 17 y 18 años. «Hay que aprender a vivir con esto y de esto. La sociedad tiene que cambiar», defiende esta profesora tras disfrutar de su baño semanal en la piscina que tiene frente al colegio en el que trabaja. Muestra su preocupación por las secuelas del confinamiento en los jóvenes. «Es muy importante mantener las escuelas abiertas, intentando minimizar los riesgos. Es difícil para todos pero para los jóvenes de 18 años está en causa su etapa de mayor interacción social», afirma esta profesora. Se apoya también en el deporte, «porque tenemos que cuidar también la salud mental».
Restricciones que afectan a 7,1 millones de portugueses
El impacto de las restricciones es doble en la raia. Más desde mañana ya que arranca el cierre perimetral de Tui. Los gallegos que no estén confinados y que se desplacen a los ayuntamientos con restricciones de Portugal, podrán disfrutar de la restauración lusa, pero solo hasta las 22.30 horas. En los restaurantes se ha establecido un limite de seis personas por mesa, a no ser que se pertenezca a la misma unidad familiar. El teletrabajo es obligatorio siempre que sea posible. Estas medidas, que afectan a 7,1 millones de portugueses están en vigor desde ayer en 121 municipios.