Los miembros de las casas reales de mayor edad ya han recibido sus primeras dosis, mientras en la meca del cine comparan la búsqueda de un vial con «los juegos del hambre»
01 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.La vacuna del covid-19 se ha convertido en el bálsamo milagroso que todos quieren conseguir. Y ya se ha visto que quienes tienen acceso a prebendas, privilegios y enchufes no dejan escapar la oportunidad de recurrir al pinchazo. Muchas casas reales ya han empezado la inmunización contra el coronavirus. En Europa, la primera fue la reina Margarita de Dinamarca, que tiene 80 años y un nieto que en diciembre dio positivo. Lo mismo sucede con Isabel II y el duque de Edimburgo, de 94 y casi 100 años respectivamente y que recibieron la vacuna el 9 de enero en Windsor. Muy reservada siempre para sus cosas, la reina lo hizo público para evitar rumores y para promover la inmunización del mismo modo que había hecho en 1957 al inyectar a sus hijos la vacuna contra la polio apenas un año después de que fuera descubierta. Los reyes Harald y Sonia de Noruega, ambos de 83 años, han recibido ya su primera dosis y, aunque un poco más jóvenes, también lo han hecho Carlos Gustavo y Silvia de Suecia, de 74 y 75 años. El heredero saudí, Mohamed bin Salman, no esperó a que acabara el 2020 para inmunizarse a pesar de tener solo 35 años. Lo hizo incluso antes que su padre, el rey Salman bin Abdulaziz, de 85 años. Ante las cámaras, se inyectaban el rey Abdalá de Jordania y su sucesor, Hussein, y también el rey de Marruecos, con patologías pulmonares y cardiovasculares. En España, no se han dado detalles sobre los reyes ni sobre los eméritos.
Carrera contra reloj
Las élites del cine mueven sus hilos. Y mientras tanto en Hollywood, donde hay dinero pero no sanidad pública, todo el que puede mueve los hilos para hacerse con su vial y sortear los plazos y el lento proceso de inmunización en el país. Actores como Harrison Ford (78 años), Arnold Schwarzenegger (73) y Steve Martin (75) ya han recibido su vacuna. La revista Variety ha informado de la carrera que se libra entre las élites del cine, comparada con «los juegos del hambre» y que ha acentuado las diferencias entre ricos y pobres. Según la revista, los millonarios del cine están cogiendo aviones de una punta a la otra del país para viajar a cualquier lugar donde haya un médico dispuesto a conseguirles una vacuna a cualquier precio. La revista asegura que algunos sanitarios de Los Ángeles han llegado a recibir propuestas económicas escandalosas.